Qué calladito se lo tenía, hasta que ya no pudo ocultarlo. Claudia Pavlovich es la cónsul de México en Barcelona y así se presentó en un evento organizado por la Secretaría de Turismo en España.

No es que sea una sorpresa porque ya el 17 de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado este nombramiento, pero la exgobernadora de Sonora llegó a la capital catalana sin hacer ruido, como para no ser despedida del PRI.

Muchos incluso dudaban si Pavlovich iba a o no a aceptar el cargo diplomático, sin saber que ella ya despachaba, lo que hoy fue revelado por el secretario de Turism, Miguel Torruco Marqués, quien compartió una foto en Twitter donde le agradece a Pavlovich su “cálida bienvenida” a propósito del evento internacional,.

No es corrupta, dijo AMLO

Después de que el presidente de México anunciara el nombramiento de Pavlovich, fue señalada como responsable en presuntos actos de corrupción, sin embargo, el 11 de febrero, el mandatario López Obrador aseguró que no removería a Pavlovich, debido a que no existen denuncias formales en su contra.

“Yo tomé esta decisión porque en el tiempo que ella estuvo de gobernadora conté con su apoyo y fue respetuosa con el gobierno federal, no tuvimos una diferencia por eso tomé esa decisión, entiendo que hay quienes no comparten este punto de vista porque también así es la democracia”, dijo en conferencia de prensa.

Estas declaraciones dejaron mal sabor de boca en personajes relacionados con el gobierno de la 4T en Sonora, donde se recuerda a Pavlovich por los obstáculos que intentó ponerle a Alfonso Durazo quien desde el 2018 se perfilaba ya como posible candidato y eventual gobernador.

El caso más conocido que atrajo hacia Pavlovich la animadversión de los morenistas sonorenses, fue la jugada política que instrumentó en 2018 para quitarle el poder que había adquirido Morena en el Congreso del Estado tras ganar por abrumadora mayoría las diputaciones locales de Sonora.

Una jugada que el entonces senador electo Alfonso Durazo crtició abiertamente.

Hoy, aunque no se ha demostrado su participación en un acto de corrupción, Claudia Pavlovich es mencionada como presunta participante en la red de influyentes que desviaron dinero público hacia las camapañas electorales del PRI.

El caso más notorio el pago de millones de pesos que aparentemente hizo la televisora estatal Telemax a empresas fantasmas cuando ella era gobernadora.