Cuando trataba de evitar la fuga en un cilindro de gas, Bernardo Córdova Valenzuela, de 29 años, recibió en todo su cuerpo la explosión.
En su vivienda de la calle de la Cima número 630, en la colonia Casablanca, el vecino percibió el olor a gas e intentó arreglar la fuga, pero la detonación del tanque, que dañó los cristales de la casa, le hizo “volar”.
Aunque en la cara y las manos fue donde más se le percibieron las quemaduras de segundo grado, fue atendido de otras parte del cuerpo en el hospital del IMSS.