A quienes les extraña que tantos priistas se estén rebelando contra el proceso de elección de los nuevos directivos del comité directivo estatal, hay que decirles que no es la primera vez que esto ocurre ocurre. Era frecuente, cuando la selección se decidía con plebiscitos, que el perdedor o perdedores acusaran de tramposo al vencedor. Pero me parece que la rebelión más notable la provocó el licenciado Luis Encinas en 1961,
Ya se habían manifestado a favor de Fausto Acosta Romo el sector campesino y el sector popular y sólo faltaba la CTM para amarrar la candidatura. El 16 de abril, Encinas bajó del avión que lo trajo de México, se trepó a la plataforma de un camión, y en mitin improvisado en el aeropuerto, denunció que desde las cúpulas del comité nacional hacían circular consignas a favor de Acosta. Y levantó en alto una de las cartas-consigna que había interferido. Las cosas cambiaron rápidamente.
Creo que había condiciones para que los priistas amantes de la democracia se hubieran rebelado en 1985, cuando desde México impusieron descaradamente al casi nada sonorense Rodolfo Félix Valdés. Pero les resultó más fácil agachar la cabeza que enfrentarse al popular Alberto Rosas, “el Pelón”, a quien no le reconocieron el triunfo..
Ahora hay una candidata a presidenta del PRI y un candidato a secretario general que acusan al delegado de su partido de atentar contra la democracia. Se supone que la habrá si arman una asamblea sin ventajas para los palomeados. Me pregunto si no debería alcanzar la democracia para los seis aspirantes (tres para presidente, tres para secretario general) que ya se habían inscrito y que no nos dimos cuenta en qué momento y ´por qué razones, los sacaron del juego.
En fin, esperamos que se arreglen pues se trata de un asunto interno de su partido.
MENSAJE DEL QUADRÍ
“Estimada diputada Sallard:
“Soy un perro labrador de 8 años que sufre inmensamente en los días de fiesta en que los borrachos y los ociosos lanzan cohetes, pues como a todos mis compañeros del barrio y de la ciudad, las explosiones nos destrozan interiormente y no hallamos alivio ni en los rincones más apartados de la casa.
“Sé que presentó usted una iniciativa para modificar la Ley que nos protege a los animales de la crueldad de los humanos al provocar los estallidos y explosiones que le menciono. Mi propósito es hacerle saber que estamos (todos los perros de la colonia) muy agradecidos con usted y sus compañeros de Legislatura por haber acordado las prohibiciones y sanciones que nos harán la vida llevadera.
“Confío en que mi amo, a quien dicto este mensaje porque sabe traducir mis ladridos, sepa comunicar la sinceridad con que pretendo expresarme. Quedo a sus órdenes para el caso de que algún malandrín intente robarla o maltratarla. ¡Se las verá conmigo!. Atentamente, El Quadrí”
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