Hace varios meses se averió la línea de conducción de agua en la calle Mártires de Chicago y Mártires de Cananea, colonia Primero de Mayo.
Desde entonces el agua que brota del subsuelo quedó estancada y se convirtió en un gran charco contaminado que despide malos olores y sirve como caldo de cultivo para la reproducción de moscos y otros insectos nocivos para la salud humana, además de dañar el pavimento de ese lugar.
En este tiempo los vecinos han llamado una y otra vez al Oomapasc y a otras dependencias municipales para que se corrija este desperfecto que puede generar daños mayores.
De manera especial en el verano que ha iniciado pues la reproducción del mosquito del dengue es más propicia en aguas como éstas.
Los vecinos dicen que ya han perdido la esperanza de que se invierta el pago que hacen mensualmente en el recibo del Oomapasc por concepto de alcantarillado y mantenimiento de la infraestructura.
Ahora sólo confían en su suerte y en "la divina providencia" para que el problema desaparezca por arte de magia.