LUNES CULTURAL: La novela de Primavera
Carlos MONCADA OCHOA
Lunes 1 de Agosto de 2022

Con gusto recibió El Estanquillo de las Letras a la escritora cajemense Primavera Encinas el sábado. Vino a presentar su novela Un destello de esperanza. A mí me desilusionó un poco que no hubiera traído obra nueva, pues yo adquirí la citada en el Festival Granos de Trigo hace dos años y ya la tenía leída y anotada.

Es una historia de amores, seducciones, traiciones y triángulos de amantes a la que no aporta la autora algo novedoso, y para añadirle elementos utiliza como telón de fondo las balaceras y el relajo de la guerra de Independencia. Pero no es el contenido del libro el que deseo comentar, sino la obligación que tenemos los escritores, con la Literatura y con nosotros mismos, de entregar a la imprenta originales sin fallas gramaticales, con puntuación correcta y sin confusiones en la narración. En otras palabras, hemos de atender primero lo primero.

Acompáñeme a leer la página 47: “Yo también te amo, e huiré al fin del mundo…” ¿Qué tiene qué hacer ahí esa “e”, cuando lo normal es usar la y griega? En primaria enseñan que se usa la “e” para evitar el choque de dos sonidos iguales y éste no es el caso.

Cuando descubren la conjura de Valladolid “Se arrestaron a casi 40 sospechosos”. El pronombre impersonal “se” por ser de tercera persona debe acompañar a verbos en tercera persona: “Se arrestó a casi 40…” Y lo más fácil y lógico es suprimirlo: “Arrestaron a…” porque el contexto del párrafo se refiere a las autoridades. O un giro: “Fueron arrestados casi 40 sospechosos”.

En la página 199 María y Adolfo ya cayeron juntos al suelo y van que vuelan a tener sexo. La novelista describe: “Respiraban con dificultad a escasos centímetros, sintiendo su respectivo aliento” Si son dos los protagonistas, ¿por qué no “sus respectivos alientos”. Y aunque este cambio es correcto pero poco poético, propongo “mezclando sus alientos” o algo parecido.

La repetición de expresiones podría hacer pensar a los lectores que falta creatividad. Para Pedro “todo cobraba sentido” nada más de ver a Susana en las afueras de la iglesia” (p. 283). Y para Adolfo, al ver que su padre bajaba el rostro, “todo cobró sentido” (p. 328).

Primavera se enamora del verbo “exhalar”.”Su cuerpo explotaba ante cada caricia, con cada exhalación” (p 308). “María exhaló con dolor hasta que comenzó a quitarse la bata que la cubría” (p. 333). “Raúl exhaló, sumergiéndose en su mirada” (p. 402). Tan sencillo y claro que es “suspirar”.

Adviertan ustedes cómo, armados de un lápiz, pueden mejorar el texto en minutos: “La política colonial, terminó por apasionarle” (p.24) Fuera la coma, el sujeto debe ir con el verbo o predicado directamente. “Sin tener idea de la serie de conclusiones a las que había llegado a María” (p. 249) ¡Fuera esa “a” antes de María!. “Pero al parecer no fue suficiente, pues preferirla a Susana” (p. 241) Prefería, en lugar de preferirla. “”No recordaba el mensaje de Joaquín, por lo quedó petrificado” (p. 259). Aunque siga petrificado, pongamos “por lo que quedó”.

El currículo literario de Primavera indica que ha escrito siete novelas. Que la próxima venga con prosa pulida hasta el cansancio, y de ser posible, sin erratas. Se ve espantosa “intensión” en la página 16. Y en la 17 hay que utilizar “influir” y no “inluenciar” que es un galicismo. Puede convertirse en excelente novelista, pero hay que trabajar muy duro.

carlosomoncada@gmail.com

 
 

Copyright © 2006-2024. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com