Es cierto, nadie esperaba un triunfo de Pumas en el Nou Camp este domingo. El equipo lleva un paso mediocre en el torne de la Liga MX, nada impresionante ni de cuidado para los rivales. Aquí cualquier equipo de media tabla hacia abajo puede ganarle a Pumas.

Y en frente estaba el Barca, con sus estrellas mundiales, uno de los mejores equipos del planeta dirigido por un grande, Xavi Hernández, y que va por la Liga Española siempre esperando superar al Real Madrid.

Cuando se decía que Pumas había ido a la capital catalana a servir se sparring para la presentación del Barca ante su público, que no sería raro una goleada azulgrana, incluso no se veía nada exagerado un 8 - 0 contra los del Pedregal.

Fue menos, 6 - 0. Pero lo triste fue la forma como se paró Pumas en la cancha, con un pánico escénico inicial que los hizo presa fácil, unos gatitos nomás, eso es lo que dolió a todos los seguidores del equipo. 

Durante el primer tiempo parecía que el partido terminaría 12 - 0 y sin despeinarse los catalanes.

Pero ya sea porque ellos bajaron la intensidad, o Pumas apretó un poco pero nada para poner en peligro serio a los rivales, el caso es que el marcador terminó 6 - 0, dejando NO el sabor de una derrota sino la tristeza de una pésima actuación en un partido de orgullo destrozado para los del Pedregal.

También, hay que decirlo, el resultado es un reflejo de la calidad de la Liga MX. No vemos un equipo mexicano,Tigres, Rayados o América, que puedan competirle al tú por tú al Barcelona en el Nou Camp.

Pero el balón seguirá rodando en la Liga MX y los cronistas de TV continuarán exaltando a jugadores y equipos como si fueran lo máximo del mundo.

El show debe continuar, porque el negocio lo exige.