Si usted tiene la idea de que con el agave sólo se puede producir licores como el tequila o el sonorense bacanora, puede estar en un error.

El doctor Alejandro Ortega Coronado, investigador del Centro Experimental del Valle del Yaqui, indicó que la fibra de este producto es celulosa pura.

Su fibra se puede utilizar como composta para los invernaderos o como sostén para evitar problemas de patógenos en el suelo, declaró.

La fructuosa que contiene, llamada inulina, es un edulcorante que pueden utilizar los diabéticos, dijo, e incluso contiene productos hormonales que van en los anticonceptivos.

Los agaves contienen una gran riqueza que se puede explotar para uso doméstico, industrial y medicinal, precisó.

Y es que además de vinos, hilos o telas, sostuvo, se pueden utilizar las propiedades del agave en la conservación de suelos y generación de oxígeno.

Se debe tomar en cuenta que Sonora y el noroeste mexicano en general es una de las zonas más ricas y dispersoras de este cultivo, planteó, sólo por debajo de Oaxaca.

Se cuenta con una diversidad de al menos 25 especies agavaceas, entre magueyes, zamandoques, sotoles y la yuca, entre las principales, sostuvo.

Sólo existe una limitante que es la denominación de origen, precisó, que la tienen únicamente 35 municipios de la sierra de Sonora.

Por lo mismo, el licor de agave llamado bacanora que se produzca en el Valle del Yaqui no es protegido legalmente por esta denominación, expresó.

Se requiere por lo tanto, sostuvo, impulsar la denominación de origen para todo el estado a fin de impulsar el crecimiento de la producción de agaves y sus derivados.

Sólo entre 1988 y 2000, dijo, el crecimiento promedio anual del agave fue de 7.3% en la producción y del 19.3% en la exportación.