Un grupo de 10 personas defraudadas por la empresa Toyota se manifestaron en el exterior de esta agencia de automóviles en la calle Norman Borlaug para exigir que se les regrese el dinero pagado por automóviles que no recibieron.
De acuerdo con lo expresado por la señora Hilda, una de las manifestantes, el fraude fue cometido no por una sino por varias personas que se encubren mutuamente.
Hilda narró que ella y cuatro hijos entregaron sus automóviles para recibir los beneficios que les ofrecieron en la compra de unidades nuevas, sólo que después de que les recibieron las unidades no volvieron a tener una respuesta positiva sobre el automóvil que cada uno deseaba adquirir, sólo evasivas.
En esto, en negar los tratos hechos e inculpar a las víctimas del fraude por haber hecho acuerdos verbales y no firmados por escrito, tratan de protegerse los otros administradores de la agencia Toyota.
"Lo sentimos mucho y me da mucha pena pero nosotros no podemos responder porque cómo se les ocurrió no hacer ningún contrato", les dijo Laura, abogada representante de la empresa.
Hilda respondió que no eran sólo ellos los que habían sido defraudados sin más personas, la mayoría de Guaymas y Empalme.
"¿Cómo es posible que no supieran lo que estaba pasando? Ustedes sabían y dejaron ir a la responsqable", sostuvo Hilda ante la abogada.
Posteriormente cuando reclamó la factura del carro, Ana, empleada de agencia, les solicitó la factura original, que no tenían los clientes.
"Entonces yo le dije déjame de estar viendo la cara de tonta porque esa factura la entregaste con una carta poder falsa y ustedes la endosaron porque esa factura no está endosada por mí y sabe que esa camioneta está vendida y no de muy buena manera porque esa factura no está endosada por mí, esa factura la hicieron empleados de la agencia", puntualizó Hilda.