Se dice que en todas las épocas, los grupos políticos han hecho, trazan y han trazado proyectos para permanecer más tiempo en el poder.
Quizá en Cajeme, el pionero en este género fue el General Álvaro Obregón, al ser el principal impulsor para que el Pueblo, primeramente alcanzara la categoría de comisaria y más tarde el grado de municipio y en el primer cabildo colocar solo a hombres de su confianza.
Ese proyecto político se derrumbaría al ser asesinado el 17 de julio de 1928, dando paso a que otro hombre, otro General, otro expresidente de la republica trazara el suyo, Plutarco Elías Calles. Influencia que puede decirse perduró hasta la llegada a la alcaldía de don Javier Robinson Bours, con sus breves intervalos.
De ahí hi en adelante la permanecía de los grupos del poder serían más competidos.
Vendría después el Dr. Oscar Ruso Voguel, el cual jefatura durante algún tiempo la política local, respaldado por el gobernador, Rodolfo Félix Valdez. Por breve tiempo figuraría Faustino Félix Escalante, respaldado por el Gobernador Manlio Fabio Beltrones Rivera.
El PAN también tuvo su probadita, cuando fue capitaneado por el Gobernador, Guillermo Padres Elías
Por último surge en la política local la figura del partido MORENA, del cual a simple vista no se le ha visto que alguien surja como como cabeza política, sino que ha funcionado en forma rara y bajo la influencia del presidente de la república. Y pese a eso ha ganado las dos últimas elecciones.
Los tres primeros alcaldes llevaron la marca del General Álvaro Obregón, los nueve siguientes estarían con la marca del callismo; del alcalde número 12, Matías Méndez Limón, hasta el número 21, Ignacio E. García, fue una larga lucha entre la izquierda local, grupos del callismo y del obregonismo, en donde a ninguno les alcanzó el tiempo para trazar rutas del continuismo.
A partir del alcalde número 22, Faustino Félix Gastelum, por breve tiem
po vuelve a anclarse en el escenario político local la figura del callismo. Ligando dos administraciones.
Se puede decir que antes de la llegada de Vicente Padilla Hernández, no les fue posible a ningún alcalde hacer planes políticos a mediano y mucho menos a largo plazo. Padilla Hernández intentó continuar su gobierno en la persona del regidor y que también ostentaba el puesto de Secretario del Ayuntamiento, Saturnino Saldívar, el gobierno estatal se lo impidió
Llegaría después Rodolfo Elías Calles, alcalde número 29 y su influencia llega o alcanzó para la instalación de los ocho alcaldes siguientes, entre designados por la vía de elección e interinos. Donde sí se puede decir que se tramaron los proyectos políticos a largo plazo.
Lo curioso es que a lo largo de la vigencia del municipio, ningún alcalde a influenciado para que algún secretario del ayuntamiento fuera su sucesor, por lo contrario son muchos los casos que sus sucesores son los regidores.
De la administración de Rodolfo Elías Calles, alcanzarían la alcaldía los regidores Faustino Félix Serna y Rubén Henry Meza; de sus colaboradores lo haría Ángel López Gutiérrez; Con Faustino Félix Serna alcanzaría la regiduría, Javier Robinson Bours y como interino de este Matías Méndez Limón.
A Rodolfo León Manzo lo sucedió, el regidor Dr. Oscar Russo Voguel.
A Eduardo Estrella lo sucedió el Regidor Sostenes Valenzuela Miller, a Sostenes Valenzuela Miller lo sucedió el regidor Armando Jesús Félix Holguín.
A Faustino Félix Escalante lo sucedió el regidor, Raúl Ayala Candelas.
A Raúl Ayala Candelas lo sustituye Carlos Javier Lamarque Cano, regidor, pero este de otro partido político.
Después de esto, surge el advenimiento del grupo llamado Yaqui Power, cuando Ricardo Bours Castelo sustituye a Lamarque Cano. .
Vendría después la llegada a la alcaldía de Armando Jesús Félix Holguín, en un nuevo intento por el PAN, de imponer su marca en Cajeme, cosa que duró solo ese trienio. Por lo que se da una constante alternancia entre PRI y PAN, que permaneció durante seis trienios, para dar paso a que MORENA, llegue a la alcaldía por dos trienios sucesivos, paradójicamente sin ningún líder local visible desde que hizo su aparición en Cajeme.
La historia consiga que durante la vigencia del Ayuntamiento que está a cinco años de cumplir cien años, ningún un ex secretario llegó a la Alcaldía. Y todo indica que alcanzara hacerse del record al alcanzar a cumplir un siglo de existencia, en que ninguna persona hombre o mujer que ocupó el puesto de secretario del Ayuntamiento, logre alcanzar el ansiado puesto de alcalde.
Ascensión López Duran, fue secretario del Ayuntamiento en dos ocasiones, fue candidato a la alcaldía pretendiendo sustituir a Lamarque Cano. Son muchas las voces que dicen que este no le dio su apoyo y que tampoco se la dio su Partido, PRD, perdió ante Ricardo Robinson Bours. Quedó en segundo lugar de las preferencias.
Quizá el ex secretario que más cerca estuvo de ser alcalde fue el Lic. Abel Murrieta Gutiérrez, quien fungió como secretario en la administración de Ricardo Bours Castelo.
Murrieta Gutiérrez se dice tutelado por Ricardo Bours Castelo, intentó ser el candidato a la alcaldía para las elecciones del 2018, mediante una elección interna que realizó el PRI, para la contienda electoral, contra el Lic. Emeterio Ochoa, a quien patrocinaba el gobierno del estado.
Murrieta Gutiérrez perdió la elección interna y con esto se dio la salida no oficializada del PRI. Para las elecciones del 2021 contendió como candidato a la alcaldía, bajo las siglas del Partido Movimiento Ciudadano; la tarde del 13 de mayo del 2021, mientras celebraba un acto de campaña en el crucero de las calles California y No Reelección, fue arteramente asesinada. Las autoridades responsables de investigar este crimen, nunca dieron a conocer quiénes fueron sus asesinos.
De acuerdo a como se vislumbran los acontecimientos políticos en torno a l Ayuntamiento de Cajeme, quienes conocen de política aseguran que en el primer siglo de existencia de este ayuntamiento no alcanzara a llegar a tan deseado puesto de la alcaldía municipal, ningún hombre o mujer que haya ostentado el puesto de secretario del ayuntamiento.
Hay quienes aseguran que esto es una maldición.