La historia se repite: De nueva cuenta los yaquis pelean entre ellos por el poder y las decisiones que definirán el curso de la vida interna en los próximos años.

El nuevo capítulo de la guerra fraternal ocurrió este domingo en Vícam cuando los miembros del gobierno tradicional y su tropa enfrentaron a un grupo de rebeldes que se autonombran como el “nuevo gobierno”.

Lucharon a golpes y machetazos, al final se impuso la autoridad legítima y los rebeldes fueron obligados a replegarse y denunciar a través de redes sociales el castigo que les impusieron.

En sus mensajes fustigan al gobierno tradicional encabezado por Crisógono Castillo (gobernador), Melitón Olea, Nisóforo Paredes, José Gpe Chaptemea y Onésimo Buitimea.

Quienes se autonombran como nuevo gobierno son Roberto Bacasegua, Luciano Molina, Silverio García, Germán Valenzuela y Tiburcio Hurtado.

El encendido discurso del "nuevo gobierno" exhibe un peligroso racismo interindígena, aunque parezca increíble, pues cuando expresan su odio hacia los funcionarios del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) se refieren a ellos como los “aluxes oaxaqueños” o “oaxaquitas” en el habla común, alusión directa a la fisonomía de los indígenas de ese estado sureño de donde provienen algunos funcionarios.

El intento golpista

Este episodio empezó el 5 de octubre cuando los rebeldes se declararon como el nuevo gobierno en sustitución de las autoridades formales designadas el 6 de enero de acuerdo con los usos y costumbres de la etnia.

En un oficio enviado a las autoridades del Estado y la Federación puntualizan que ellos son los nuevos representantes de la etnia y a quienes deben dirigirse para buscar acuerdos y otorgar recursos en el marco del Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui.

Sin embargo su propósito no fue secundado por la población indígena de Vícam y así este domingo intentaron desplazar por la fuerza a las autoridades formales, intento que generó el enfrentamiento.

Enconos históricos

A través de la historia, desde la llegada de los españoles, la etnia yaqui ha sufrido divisiones internas ocasionadas la mayor de las veces por la intromisión de intereses ajenos a la etnia, ya sean los de la Colonia española, los del gobierno nacional en el siglo XIX y en el XX o los de grupos políticos, agricultores y empresarios de las ciudades en tiempos recientes.

El caso más reciente fue el conflicto entre los yaquis de Loma de Bácum que se oponían al paso del gasoducto cerca de su comunidad y los yaquis de Loma de Guamúchil y Vícam que apoyaron los intereses de la empresa constructora del gasoducto. El tono del conflicto creció hasta desembocar en el enfrentamiento abierto de indígenas que desde la Loma de Guamúchil intentaron tomar y poner autoridades a modo en Loma de Bácum. El desenlace ocurrió tras la muerte de un yaqui y la detención de un presunto responsable, hoy interno del Cereso.

Los hechos recientes en Vícam son el resultado de una división más donde son evidentes las posturas del gobierno legítimo, que acuerda con el Gobierno Federal los proyectos del Plan de justica, y el nuevo gobierno autonombrado cuyo objetivo es evidente: desactivar el Plan de Justicia y el proyecto para la operación del Distrito de Riego 018.