Después de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, otra Claudia anuncia que se agrega a la lista de quienes sueñan en la Presidencia de la República. No se aceleren los lectores sonorenses, ni por asomo se trata de la Claudia que hace turismo en Barcelona, sino de la guerrerense Claudia Ruiz Massieu.
Aunque corre por sus venas la sangre de Francisco Ruiz Massieu, que pudo haber sido un gran Presidente si no lo hubieran asesinado, carece de las aptitudes de su hermano y de su carisma. ¿Y qué? No se le puede negar el derecho a soñar.
Después de todo, es una pieza más que se añade al escenario en construcción de lo que será la contienda electoral. Una muy importante pendiente aún es el nombre de quien sea postulado por la alianza PAN-PRI-PRD. Falta, naturalmente, contar con la certeza de que dicha alianza participará como tal en la contienda. El terceto acaba de reaparecer como alianza con motivo de la lucha que se libra para que pase o fracase la reforma electoral y se condene o se salve el INE.
Cualquiera que sea el resultado de esa lucha, la permanencia de la alianza dependerá de que sus integrantes no se agarren del chongo. La experiencia reciente de haber sido derrotada por K. O. en la elección de Presidente hace pensar que la alianza no nació para ganar.
Cualquier estudiante de Química sabe que no es posible elaborar una mezcla homogénea con agua, aceite y lodo. ¿Cómo asignar estos tres elementos a cada uno de los partidos en alianza? Dejamos la tarea al ilustrado gusto del Lector.
¡GRACIAS, DE CORAZÓN!
Quedo en deuda de amistad con quienes me hicieron el honor, la noche del martes, de asistir a la presentación del Tomo II de mi obra “La saga de la cultura sonorense 1831-2020”, en la Galería Kino de la Casa de la Cultura. La presentación la hice yo mismo y consistió en mencionar los artistas y los episodios más destacados en las artes plásticas, tema del primer libro; en escultura, tema del segundo, y en la danza, tema del III:
Menciono tres libros, porque tres contiene cada Tomo de esta serie, de ahí que debo ser el primero que en una velada ha presentado no un libro, como es lo usual, sino tres. Estuvo ahí esa noche, más guapa que de costumbre, Alina Martínez, hija del genial pintor Héctor Martínez Arteche (DEP) a quien dedico el primer libro.
Faltaron Mónika Ejerhed y Adriana Castaños, a quien dedico los otros dos. Agradeceré a quienes leen esta columna y tienen contacto con estas damas admirables, decirles que guardo ejemplares del Tomo para ellas.
Me alegró la presencia de la directora del Instituto Sonorense de Cultura, Beatriz Aldaco, admirable y querida amigam a quien debemos el éxito de la Feria. En el curso de este día volveré a la Casa de la Cultura para visitar los puestos que me faltan.
carlosomoncada@gmail.com