Pese a la recomendación paternal del gobernador Alfonso Durazo de que no había necesidad de manifestarse, la comunidad universitaria de Itson marchó para exigir un presupuesto justo en el 2023.

¨No hay necesidad de manifestarse, hemos apoyado a todas las instituciones de educación superior y lo voy continuar haciendo¨, sostuvo el mandatario estatal al ser cuestionado sobre el tema al visitar esta ciudad.

En la unidad Náinari, a un costado de Veterinaria, llegaron los convocados, que a las 17 horas salieron rumbo a la calzada Ostimuri, seguido de una caravana de autos, cuyo destino se ubica 4 kilómetros.

La marcha de estudiantes, personal académico y administrativo va ataviada por el color  rojo y negro, de mantas y cartulinas que expresan el descontento por el incumplimiento del Estado, pese a la reforma de la ley orgánica del Itson, que le otorga autonomía plena.

Al frente del contigente humano está Vianey del Río Guerra, representante de los egresados y Heliodoro Montoya del patronato. A unos metros camina Jaime Garatuza, vicerrector académico de la institución.

¨Diputados, Congreso, queremos presupuesto¨, corean al unísono las cientos de personas, que pasos más adelante suben de tono el grito de guerra a ¨Congreso, Estado, me debes presupuesto¨, además del  clásico llamado a la unidad: ¨El Itson unido, jamás vencido¨.

Al pasar frente al IMSS los participantes se alegran al sonar de una guapachosa canción del Tropicalísimo Apache,(Como camionero que soyyy), lo que provoca en algunos el rítmico eh, eh, eh y festejan a carcajadas la ocurrencia.

La tarde pardea y la marcha llega al estadio Tomás Oroz Gaytán, convertido en academia de beisbol y desde adentro un grupo de jóvenes deportistas prospecto celebran con silbidos frente a la arenga de ¨levanta la mano por el Itson¨.

Los claxons de automóviles y camiones en señal de apoyo a la lucha se multiplican a la altura de plaza Tutuli, donde el ex alcalde Sergio Pablo Mariscal Alvarado se une a la protesta, a la sazón de profesor de Ingeniería, tras varios meses de estar en la banca, léase Renata.

Un grupo de reporteros advierte el momento y los murmullos son inevitables: Ya le cayó la sal al movimiento¨, dice uno y otro le replica que al contrario porque  ¨tendrán un gestor de primera¨, toda vez que su consorte es la diputada morenista Margarita Vélez.

Pero no todo es solemnidad, también hay tiempo para la chacota y la perspicacia. ¨Quienes recibieron tarjeta de regalo por marchar, ya pueden recoger sus presenten¨, se anuncia al momento de avistar la tienda que lleva por nombre una ciudad inglesa.

En dónde está el sindicato, cuestiona una voz desde el anonimato, precisamente cuando la marcha pasa a metros del cenotafio en memoria de Abel Murrieta, quien junto a otros docentes, luchó –sin éxito- por la formación de una organización sindical en los 80s.

La noche llega mientras la ronquera se asoma entre los universitarios, lo que no les impide bromear ante la polvareda que inunda la calle Guerrero: ¨cuidado con los baches¨, grita alguien, mientras algunos vecinos observan a través de sus ventanas.

El reloj marca las 18 horas. Los marchistas se acercan al Mercajeme.y desde su puesto un vendedor de accesorios para celular observa atento y pregunta a su acompañante qué está pasando en ITSON. ¨Ni más ni menos, presupuesto justo¨, llega como respuesta.

Minutos después, se pide a los marchistas que se manifiesten por medio de las pantallas de sus celulares, lo que también sirvió como auxilio para iluminar la calle, debido al deficiente servicio de alumbrado público en esa área.

Faltaban aún algunas cuadras para llegar y el apetito invade a un grupo de maestras, que por el antojo de unos churros, externan su interés por visitar el templo de Guadalupe, pero  para recuperar azúcar y carbohidratos por la cansada caminata.

Habían pasado ya 90 minutos en el momento que los universitarios cruzaron la calle 6 de abril y en la puerta que de da a la antigua rectoría, acompañado de alumnos y docentes, el rector Jesús Héctor Hernández dio la bienvenida a los participantes. 

Quiero felicitarlos por hacer valer su derecho a manifestarse para demandar un presupuesto justo que se traduzca en más becas, mejores instalaciones y apoyo a proyectos de investigación¨, expresó el titular de la máxima casa de estudios del Sur de Sonora.

Todo es algarabía y entre aplausos celebran al personaje de Esperanza, que nomás faltó que apareciera la consigna de ¨es un honor estar con el rector¨, muy al estilo de los seguidores de del cuatroteísmo

Luego vino la despedida y se dio la solidaridad para facilitar el traslado de los universitarios frente al pésimo servicio del transporte urbano que la autoridad estatal no tiene para cuándo mejorar, lo que tiene de plácemes a las compañías Uber y Didi.

Y entonces ocurrió el consabido aquí se rompió una taza… y cada quien sobre las tortas y los Frutsis, pero que en este mitin histórico para Cajeme les pusieron falta. O como reza el mantra burocrático, listo para toda ocasión, máxime en tiempos de austeridad republicana, simplemente no hay, no hay.