Adelanto mi reconocimiento al Instituto Sonorense de Cultura por el gran esfuerzo que realiza para mantener vivo el Festival Alfonso Ortiz Tirado, pero el Gobierno del Estado debe darle a esa fiesta un jalón equivalente al que anuncia para las obras materiales. Si el progreso se entiende como más carreteras y más energía eléctrica pero menos difusión de la cultura, no es progreso.

El primer “festival”, que no fue festival (era una velada artística y punto), se registra en 1985. En los siguientes seis años creció con modestia a tres días y luego a cinco. En 1992 se extendió a Navojoa y Ciudad Obregón y luego a Huatabampo y Etchojoa,, y creció a nueve días de duración. Sufrió retrocesos en el sexenio del gobernador López Nogales (1997-2003). El director del ISC, Juan Antonio Ruibal preguntó en una rueda de prensa a los periodistas qué les parecería suspender las noches de gala de lunes, martes y miércoles. Las miradas de sus oyentes, unas duras y otras de burla, le hizo suspender el absurdo.

El director Fernando Tapia Grijalva (2003-2009) hizo llegar el festival, contando sedes y subsedes, a nueve municipios. Poly Coronel (2009-2015) no repitió el esfuerzo pero estabilizó los eventos en Álamos, Navojoa, Huatabampo y Cajeme. Los siguientes directores aflojaron el paso. Y la pandemia cerró la pinza.

El Festival que anoche comenzó volvió a sus primeros años en materia de alcance. Se encerró en Álamos y para las que antes fueron subsedes, ni un bocado de cultura. A quienes no pudimos asistir sólo nos quedó la opción de sintonizar la trasmisión de Radio Universidad, pues a los periódicos de Hermosillo les interesa poco el Festival.

Este año, bajó el presupuesto del Instituto. Fue sintomático que el programa del Festival, que se acostumbraba publicar en diciembre, se anunció hasta entrado ya enero. Espero que mejorarán las cosas cuando esté lista la carretera de Chihuahua a Guaymas y dos o tres chihuahuenses viajen por ella para ir a escuchar buen canto a Álamos. Mientras, los que gobiernan deberían asistir a veces a funciones de teatro, exposiciones de pintura y conciertos de música, para que cuando oigan que se habla de cultura sepan de qué se trata.

¡CAJEME LE GANA A HERMOSILLO!

Es el conflicto de siempre Cajeme, municipio creado muchos años después que Hermosillo, ha visto siempre de reojo el avance de la capital. Y con enorme y muy loable esfuerzo desarrollado en el campo, ha tratado de superar a los del norte.

Ahora puede presumir de que tiene más o menos las mismas universidades que Hermosillo, incluida la unidad de la Unison, mientras que Hermosillo no tiene una unidad del ITSON. Pero se rezagaron en comunicaciones aéreas, aunque, ¡atención!, se ha dado a la publicidad un campeonato de los cajemenses que deja de segundón a Hermosillo: ¡allá tienen más baches!

Los periodistas hermosillenses, en un acto de nobleza que se les debe reconocer, no vacilaron en esparcir la noticia: ¡los del Yaqui nos ganaron, al fin nos ganaron! El alcalde Lamarque debe estar orgulloso.

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