“Andamos como andamos porque somos como somos”.

“En política si las cosas no cambian es que siguen igual”.

“El que se mete en política, es como el gato que se mete a la chimenea… o sale quemado o sale tiznado”.

Filósofo de Güemes.

Se ha criticado desde siempre, la hegemonía que ejerció el PRIismo desde su fundación (1929), con los diferentes cambios de siglas o “transformaciones” (PNR, PRM, PRI y MoReNa con su capirotada de militancia, con ajonjolíes de todos los moles …). Hegemonía más evidente por los actuales “dueños” del poder político (fugaz), de este sexenio, pero con la intención real, no velada de eternizarse como en “las mejores épocas” de donde descienden sus raíces; principalmente del Revolucionario Institucional. Así es (porque tal parece que el PRI -primigenio- está con los últimos estertores pre-mortem –pero resucitando en MoReNa-, no tan agónico como otrode sus engendros; el PRD). Hoy como ayer, el caciquismo político sigue presente. Los tlatoanis en turno aboganpor sus preferidos, ahora nombrados corcholatas. Todo hace suponer que la hegemonía antes ejercida por un solopartido, hoy se intenta por un solo hombre.

Si bien, desde 1939 existe el PAN como Institución Política, que vino a constituir una real oposición en el juego democrático incipiente en el País, su principal objetivo no era buscar el poder por el poder, sino la formación de una verdadera ciudadanía, comprometida y responsable. Fue a consta del tesón de sus fundadores, quepaulatinamente fueron ganando alcaldías, algunas diputaciones y a partir 1989 la primera gubernatura y en dos períodos la presidencia del país (2000-2012).

La verdadera izquierda de tiempo atrás, ha tenido un papel preponderante en establecer la democracia en México, izquierda actualmente desfigurada, como todos los partidos, aunque existen alguno buenos “rescoldos” que quedan en el PRD y fuera de los actuales partidos.

En “aras de democratizar” al país, se ha llegado al pluripartidismo, con 10 partidos que la mayoría de ellos –hemos reiterado- se han convertido en rémoras de tres o cuatro partidos y, además, algunos se han vuelto mercenarios sexenales, que como la canción “venden caro su amor, arrabalero…” (ejemplo el Partido Verde Ecologista y el PANAL en su momento, PT y otros formados en las incandescencias electoreras; calenturas intermitentes). O como el MC y otros, cuales felinos se agazapan para saltar, en oportunismos ramplones y rastreros a la indicación de sus dueños o fundadores. La mayoría de estos partidos han sido “paridos” del entonces hegemónico PRI, tienen el mismo ADN político (lo hemos comentado reiteradamente, y como la Chimoltrufia del Chavo del 8: “desmiéntanme”).

En las últimas 4 décadas, el transfuguismo o trasiegos políticos de militantes entre los 3 principales partidos, han exacerbado la promiscuidad política, De estos militantes saltimbanquis se ha formado MoReNa, en una promiscua relación de “ex” PRI, PRD y algunos, ahora N.P. (ex Panistas: N.P.= No PANISTAS, no piensen mal, porque acertarán). Y otros partidos rémoras paleros de quien esté en el poder. Todo lo anterior ha ocasionado que la ciudadanía pierda la credibilidad en los políticos, en los partidos y en los gobiernos que emanan de ellos, que desafortunadamente por las corruptelas de muchos, se extienden a las grandes y excelentes Instituciones que tiene nuestro país: que por cierto, hay que reconocer, formadas en épocas del tan vituperado (vituperio ganado a pulso,) PRI-hegemónico; pero también, esta construcción de Instituciones fueron impulsadas por la ciudadanía y algunos personajes librepensadores, ejemplos: Los grandes Institutos de Salud, el IMSS, la Secretaria de Educación, Autonomía Universitaria, Banco de México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, el propio INE, que si no han llegado a la perfección, son perfectibles, etc., a pesar de los conflictos políticos y sus cacicazgos acedos.

La mayoría que nos hemos formamos como profesionista y especializarnos en diferentes ramas, hemos transitado en nuestra preparación por muchas de estas Instituciones gracias a ellas, somos lo que somos. Que, si bien ha habido corrupciones de toda índole, no se resuelven destruyéndolas, sino a través de mayor fiscalización y aplicar la ley con penas duras a los infractores y no nada más estigmatizarlos de corruptos o solo aplicar la “LeyJuarista”, que quizás sea leyenda que lo dijo Benito Juárez, que tanto admira AMLO: “A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, la ley a secas”. Pero AMLO la acomoda a modo: “no me vengan conque la ley es la ley”.

La justicia para la recua de sus amigos y todo el peso de la ley – de mentiritas- para los que no están con él. Los amasiatos duran, hasta que llega la infidelidad, y en política esto último, está cabrón. De esto viene la promiscuidad política que padece el país. “Hasta que Dios de Sida” (perdón; hasta que el PRI mimetizado decida).

Quizá esta promiscuidad se exacerbe en las elecciones del 2023, dependerá de la “colorina – gobernador del Estado de México- y sus huestes” y también en las del 2024, quizás veamos a muchos N.P. (tal como sucedió en las elecciones del 2021, en Sonora, algunos de esos se ganaron una embajada o consulado. Yo nada más digo: dijo Catón).

Como dijo Ronald Reagan: “Se supone que la política es la segunda profesión más antigua de la tierra. He llegado a la conclusión de que guarda una gran semejanza con la primera”. Frase también escrita por Armando Fuentes Aguirre “Catón”.

A propósitos de plagios, no se quien plagió a quien. Parodiando al cuento más corto de la literatura: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba  Monterroso. (No el Augusto, florero y corcholata del Edén Tabajqueño); “cuando inicio la escritura, el plagio todavía estaba allí”.

¿Los partidos políticos, se plagiarán parte de sus estatutos? No importa, son letra muerta para muchos militantes.

raulhcampag@hotmail.com @RaulHectorCamp1