No en el Congreso todavía, el debate sobre la reforma de la Ley de la Universidad o de una nueva Ley, comenzó en la prensa. Y comenzó, como era lo debido, por pedirle su opinión a la rectora Rita Plancarte Martínez. La entrevistó Mirna Lucía Robles, de “El Imparcial” y ya hizo lo mismo, o al menos comenzó, con los ex rectores.
El texto pudo haberse sintetizado un poco, pero tal vez los editores le pidieron a la reportera que cubriera una página entera. La Rectora se condujo con habilidad política. Su enfoque sutil se dirigió a una reforma a la Ley no a una nueva Ley. Repitió la crítica de “varios alumnos” contra la Ley 4 porque “llegó de golpe” y “sentimos en ese momento que se nos impuso una ley que era vertical, autoritaria” (la Rectora era entonces alumna del Departamento de Letras)
Al mismo tiempo reconoció que haber operado con esa Ley “nos ha permitido tener una Universidad fuerte, con presencia nacional e internacional, que ha crecido y robustecido”. No está en contra de los cambios, ya que una característica de la Universidad es adaptarse a los cambios que con el curso del tiempo modifican a la sociedad, aparte de que no tienen por qué lastimar la vida académica.
En cuanto a la posible eliminación de la reelección, indicó que en una rectoría “el trabajo es de largo aliento y podría ser que al acortar el periodo no se pudieran alcanzar las metas Y sería preocupante que la sociedad se inquietara por la frecuencia de las elecciones".
De los cuatro rectores anteriores a la rectora Plancarte, todos elegidos bajo la vigencia de la Ley 4, tres han sido reelectos y uno, el doctor Velázquez Contreras, no intentó la reelección. Si la reforma se aprueba conforme el proyecto, el periodo de la doctora Plancarte sería de cuatro años, pero un artículo transitorio podría autorizar que, con apoyo en el nuevo texto legal, se extendiera a cinco.
En cuanto a que la Ley 4 se impuso de golpe, tal vez lo sintieron así los no acostumbrados a la pronta realización de las promesas de los candidatos, pues Manlio Fabio Beltrones anunció con claridad sus propósitos de promover el nuevo marco jurídico desde que hacía campaña. Y las condiciones políticas no hacían aconsejable organizar encuestas o debates no previstos por las leyes, que la demagogia, los intereses de grupo y los políticos derrotados en los comicios hubieran saboteado.
Estaremos atentos a los puntos de vista de los ex rectores Marco Antonio Valencia, Jorge Luis Ibarra Mendívil, Pedro Ortega Romero, Humberto Grijalva Monteverde y Enrique Fernando Fernández Contreras.
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