Expertos en inocuidad alimentaria del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) advierten soplar a un pastel incrementa 1,400 veces la cantidad de bacterias en su superficie, tales como Staphylococcus spp., Streptococcus spp., Corynebacterium spp. y Haemophilus spp., entre otras, que pueden ocasionar infecciones respiratorias y cutáneas.
Fernando Ayala Zavala, investigador de dicho laboratorio, comentó que para que una persona contraiga una enfermedad es necesario que las bacterias entren en el cuerpo y encuentren un ambiente propicio para su crecimiento y multiplicación. Esto puede depender de factores como la resistencia del sistema inmunológico y la presencia de heridas abiertas, entre otros.
El investigador agregó que, al soplar al pastel, también se puede inhalar el humo de la combustión de las velas, además de aumentar el riesgo de incendios, y si la vela está cerca de la cara, existe la posibilidad de quemaduras o lesiones oculares.
Desafortunadamente la tradicional “¡mordida, mordida!” tampoco es una buena idea. Aunque al morder el pastel la persona cumpleañera solo deposita su saliva en los bordes del bocado; es importante tener en cuenta que también puede haber bacterias patógenas presentes en la boca, como Salmonella y Escherichia coli, que pueden trasmitirse al pastel y causar enfermedades gastrointestinales.
¡Por qué no probar un método diferente para apagar las velas! En lugar de soplar, se pueden usar pinzas, un soplador de globos, un apagador de velas o incluso un extintor de incendios (solo en broma, por supuesto). ¡Deja volar tu imaginación y haz que el cumpleaños sea aún más especial! O, simplemente, se puede mencionar que lo más importante es disfrutar del pastel de la manera más segura. ¡Feliz cumpleaños!