El escritor Samuel Ocaña García
Carlos MONCADA OCHOA
Lunes 6 de Febrero de 2023

A partir de algunos artículos que escribió para la revista “Así” al ex gobernador Samuel Ocaña se le aceleró la vena de escritor y este mes de enero acaba de dar a la luz (no lo dio a luz, sino a la luz) su primer libro: “Postales de pequeñas historias”. No son, algunas, realmente pequeñas sino detalladas, amenas y bien documentadas, como la de la reina Isabel la Católica y la de “La güera” Rodríguez, enriquecidas, como todos los textos, con ilustraciones.

El estilo del autor es el de quien echa la platicada. Si en el curso de la narración lo asalta un recuerdo, no vacila en intercalarlo pero no pierde de vista el tema principal y vuelve a él sin enredarse; además, utiliza términos y expresiones familiares al sonorense nato. Se leen con creciente interés sus semblanzas de los presidentes Plutarco Elías Calles, Adolfo de la Huerta (a cuyo lado laboró Ocaña cuando era estudiante), Adolfo Ruiz Cortines (la mejor, en mi opinión, un estupendo retrato del estadista y del ser humano) y Adolfo López Mateos, cuya larga y penosa agonía nos duele aún..

Al general Calles le atribuye haber ordenado el fusilamiento del periodista y abogado Lázaro Gutiérrez de Lara en 1906, una afirmación que no he encontrado en ningún libro o documento, a pesar de que lo investigué en todas las fuentes, inclusive viajé a Sáric, para mis libros “Periodistas asesinados” y “Riesgo de Muerte”.

Rebasados los 90 años, el doctor Ocaña se puede tomar la libertad de pitorrearse de algunos disfraces que se pone la democracia a la mexicana, aunque en su tiempo no los haya desdeñado. Y aprovecha con finura el tema del destape de Ruiz Cortines para explicar por qué, bajo la inspiración del general Lázaro Cárdenas, el estudiante de Medicina (Ocaña, pues) se mostró partidario del candidato de la Federación de Partidos del Pueblo, general Enríquez Guzmán. Hace algunos años, cuando me enteré de que había sido orador en un mitin de ese militar, le pregunté cómo se había dado esa desviación de la línea del partido oficial, y el médico evadió el tema. Me alegra de conocer ahora el motivo.

La obra es útil para conocer o recordar algunos aspectos del gobierno de Samuel en materia de otra hidráulica y los incidentes de algunos destapes en Sonora. Y también su nobleza, pues al cierre del libro da cuenta de las palabras que dirigió el recién renunciado Carlos Armando Biébrich a los presidentes municipales que deseaban renunciar también en un gesto de solidaridad.

 

¿EL PRIMER LIBRO?

Al iniciar esta reseña califiqué de “primer libro” éste de Samuel, y con ello expreso la esperanza de que escriba otros sobre su trayectoria política. Sería apasionante conocer detalles de la transición a favor de Rodolfo Félix Valdés, luego de haberse esforzado para evitar que un sonorense extraño a Sonora viniera a gobernarla, y cómo se operó el milagro de que, aunque extraño y sin carisma, ganara TODAS las posiciones políticas. ¿Magia tal vez?

Felicitaciones a mi nuevo colega Samuel Ocaña García.

carlosomoncada@gmail.com

 
 

Copyright © 2006-2024. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com