En el comunicado de prensa que acaba de emitir la rectora María Rita Plancarte advierte que se prepara una manifestación contra la propuesta de nueva Ley Universitaria en la que se utilizarán “argumentos que faltan a la verdad”. En otro lugar del texto les llama “falsedades”.

El comunicado no indica, ni podía indicarlo dado que las declaraciones emanadas de una Rectoría no dan pie, ni deben darlo, a enfrentamientos públicos, cuáles son esas falsedades. Puede suceder que algunos estén convencidos, en el lado opuesto, que son verdades rotundas. En todo caso, si se planea una manifestación de cualquier tipo, el comunicado no la detendrá ni tampoco renunciará a utilizar los argumentos en cuestión.

Lo que está claro es que el documento apoya al gobernador Durazo, y en consecuencia, la iniciativa de Ley sin exceptuar uno solo de sus preceptos, es decir, acepta la creación del Consejo de Gobierno que para el Sindicato de Académicos y para buen número de universitarios más, constituye el principal “pero”.

El otro punto reiterado por los críticos de la iniciativa es el cobro de cuotas a los estudiantes. Se les ha explicado con peras y manzanitas que la Ley de Educación las suprime, pero que ni el Poder Legislativo ni el Ejecutivo asumen la responsabilidad de ejecutar lo que prescribe la norma, esto es, poner a disposición de la Universidad los fondos que dejarían de ingresar al eliminar las cuotas. A los individuos que detentan esos dos poderes debe exigírseles que lo hagan, no a las autoridades universitarias. Si hay quienes insisten en que este asunto se incorpore al proyecto de Ley será porque son tontos o sólo por ganas de fregar.

Por otra parte, en una rueda de prensa el gobernador aceptó lo que aquí queda dicho, pero confesó que no hay dinero para acatar la Ley de Educación. Se defendió con que ha decretado un montón de becas, pero por lo pronto la respuesta al problema es NO.

En suma, creo que el comunicado fue necesario para puntualizar la posición de las autoridades universitarias que ya estaba, en mi opinión de universitario, suficientemente clara.

¿SERÁ “NUESTRA” LA MAÑANERA?

Al menos en una ocasión, tal vez en dos, sucedió que el Presidente encabezó la cotidiana mañanera en Sonora, y volverá a concedernos hoy ese honor.

En la ocasión que yo recuerdo, hubo pocas intervenciones de los periodistas locales y ocuparon la mayor parte del tiempo los periodistas nacionales que forman la fuente de la Presidencia; en consecuencia, el mandatario se dedicó a asuntos nacionales que, desde luego, nos interesan. Ojalá que ahora los temas sonorenses sean los privilegiados.

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