El embajador de Suecia en México, Gunnar Aldén, visitará Sonora para hacer la entrega formal de de los vestigios sagrados del Maaso Koba de la etnia yaqui que se encontraban en un museo de Estocolmo.
El anuncio fue hecho por la diputada Gabriela Martínez quien destacó la importancia de esta visita porque se tiene mucho trabajo que hacer a través del intercambio cultural y en aspectos de negocios e inversión.
Suecia ya entregó estos vestigios a México, pero todavía las hermanas y hermanos yaquis no lo tienen en su comunidad, subrayó la legisladora.
Gestión de Raquel Padilla
La historiadora sonorense Raquel Padilla (de chal rojo y a la izquierda) fue clave en el proceso de recuperación de las piezas sagradas yaquis.
En septiembre del 2019, poco antes de ser asesinada por su pareja sentimental, Raquel Padilla viajó a Suecia acompañada de otros representantes dela Nación Yaqui-Sonora (Fernando Jiménez, Juan Armando Castro, Félix Espinoza, Anabela Carlon y Teodoro Buitimea) y de Arizona (EE.UU.).
Fueron a pedir el retorno de los objetos sagrados a su lugar de origen.
Así llegó la colección a Suecia
El total de los vestigios son 24 objetos ceremoniales obtenidos en los años de 1934 y 1935 en expediciones científicas suecas.
Se trata de un conjunto de piezas sagradas consideradas objetos ceremoniales por los yaquis, y que han formado parte de tres colecciones del Museo de Etnografía de Estocolmo.
Una investigación del museo indica que los artículos fueron adquiridos por exploradores suecos en trabajos de campo científico realizados en México en 1934 y 1935. Aunque la colección consta de 24 objetos en total, una cabeza de venado ceremonial Maasokoba -también llamada mazocoba, masokova, maasokova o mazo kova- es la causa de una gran controversia debido a su carácter sagrado en la cosmovisión yaqui sobre la vida y la muerte.
De acuerdo a los archivos del museo, el Maaso Koba fue adquirido en 1934 por las hermanas danesas Bodil y Helga Christensen en Tlaxcala, y ha estado en el Museo de Etnografía desde 1937. Sin embargo, para algunos líderes yaquis esta cabeza de venado que usa un venado danzante yaqui en una ceremonia sagrada no puede estar en posesión de nadie fuera de la sociedad religiosa yaqui del venado danzante, la kolensia. En pocas palabras, no se puede exhibir al público.
Valor religioso
Según las leyes, costumbres y tradiciones yaquis, un Maaso Koba consagrado no podía comprarse, regalarse ni enajenarse a nadie que no fuera miembro de las kolensias (sociedad religiosa yaqui del venado danzante).
Algunos yaquis consideran que esta pieza sagrada no debe exhibirse al público por su carácter sagrado ya que “no es un artefacto histórico o antropológico sino un elemento vivo sagrado”.
Con información de noro.mx