A través de redes sociales y noticieros de radio, habitantes de las colonias populares, sectores donde conviven la pobreza con la extrema pobreza, denuncian hasta el hartazgo el encharcamiento de aguas negras que se tornan verdes con la alta concentración de bacterias y permanecen durante meses en las calles e incluso se meten a las casas.
El problema es permanente, como la frustración de los vecinos que ven pasar el tiempo sin una solución definitiva mientras el olor fétido y al contaminación los agobian.
A esa población que parecen condenada a vivir en la inmundicia, el alcalde Javier Lamarque les explica:
Las inundaciones de aguas negras en colonias populares se deben a la negligencia e irresponsabilidad de muchas personas que arrojan basura y objetos a la tubería del drenaje.
En esas colonias la tubería de la red sanitaria no es tan vieja, continúa el Alcalde, pero está taponeada con múltiples objetos y esto hace que brote el agua negra.
Menciona un caso, en la colonia Los Amaneceres, donde se denunció un fuerte derrame de aguas negras. Trabajadores del Oomapasc corrigieron el problema pero al otro día ya estaba de nuevo la fuga.
Se tuvieron que cambiar 50 metros de tubería, se debió hacer una inversión importante.
Cuando se investigaron las causas del problema, resultó ser un vecino que vive en ese lugar, se dedica a producir chicharrones y arroja al drenaje los sobrantes, bolas de grasa y vísceras.
"Se hace un esfuerzo, no alcanzan los recursos para atender tantos problemas porque el 70 a 75% de la gente no paga el recibo de agua, apóyennos pagando el y no tirando objetos al drenaje".
La explicación es creíble, lógica, pero tal vez no satisfaga a los vecinos que cada día denuncian el insoportable olor y las aguas contaminadas que rodean sus casas.
E irrita a quienes aún en esos sectores sí pagan los recibos de agua y prediales.