Es un camino que deben recorrer la mayoria de los egresados de escuelas normales en Sonora, una camino lleno de obstáculos, de discriminación laboral que desanima a muchos y de situaciones con tufo de corrupción.

El maestro José Trinidad Yépiz Armenta narra esta experiencia en su muro de Facebook, texto que reproducimos a continuación:

El día de hoy después de 3 años me otorgaron mi base, la verdad no me siento tan feliz, tal vez suene un poco arrogante, pero tengo un mal sabor de boca. Todos sabemos que los procesos de admisión son muy difíciles, estos últimos 3 años estuvieron muy pesados, tiene muchas irregularidades, muchas incongruenciase, incluso me atrevo a decir que son muy injustos a la hora de evaluar a los docentes.

En el año 2020 solo ofrecieron 90 vacantes, el segundo año me pedían 10 años de experiencia, obviamente me mandaron al final de la lista en el número 1500, lo bueno que nunca me dejé y siempre he sido muy movido, pronto encontré trabajo en un colegio, pero estaba a 4 horas de mi casa. 

Tuve que irme, en ese colegio aprendí muchas cosas, pero no podía quedarme trabajando solo en la mañana, simplemente no me alcanzaba el dinero para sustentar gastos (renta, luz, internet, comida, agua etc.). 

Tuve que buscar un trabajo por las tardes. Opté por dar asesorías y nivelación académica a niños con barreras de aprendizaje.

Al siguiente año, 2022, me preparé mucho para hacer el examen de admisión, gasté alrededor de $3500 en cursos, ya era demasiado dinero para la casa pero hice el sacrificio y me maté trabajando para poder pagar esos cursos, la verdad que cada uno de los cursos me ayudó muchísimo en este proceso, al poco tiempo me di cuenta que varios compañeros de mi salón “compraron constancias” simplemente con $30. Te entregaban tus constancias y fin, no tenias que hacer los cursos ni tareas ni llevar clases los fines de semana. Hay demasiada corrupción en la docencia: primero pensé que eran muy valientes por presentar cursos “falsos” porque prácticamente si entregas documentación falsa te sacan del proceso, pero…..sorpresa, ni USICAMM ni la SEC se dio cuenta de que la mayoría de sus maestros entregó constancias de cursos falsos.

Estuve a nada de denunciar a la persona que hacía estas constancias, simplemente no lo hice porque no quería perjudicar a algunos compañeros que eran muy amigos míos así que mejor dejé que todo fluyera. Incluso llegaron personas supuestamente a vender bases en $100,000, me ofrecieron una y claro que la rechacé.

Por un lado hice mal porque debí de haber denunciado a la persona, eso era lo correcto pero por otro lado mi conciencia estaba tranquila y yo había hecho las cosas “bien”. 

Una semana normal conmigo era de lunes a viernes, me despertaba a las 4:00 am para que de 5:00 am a 6:30 am pudiera hacer ejercicio,  trabajar de 7:30am  a 1:30pm  en el colegio después dar asesorías de 3:30 pm a 7:30 pm y cuando llegaba a mi casa estudiar algún documento, articulo o hacer tareas de los cursos, recuerdo que estaba en 2 cursos a la vez, ese era mi agenda. Sábados y domingos tenia que preparar las clases de la semana, además de conectarme a los cursos, tenía que estar muy al pendiente porque en mi laptop estaba en un curso y en el celular en otro curso, posteriormente tenía que hacer muchas actividades, ensayos y trabajos sobre esos cursos.

No tenia tiempo de nada, sentía que me estaba ahogando, estaba dando todo de mí. 

Para no hacer más largo este texto puedo decir que fue una travesía muy larga y difícil, no pensé que me fuera a tomar tanto tiempo el obtener una base, pero tarde o temprano el esfuerzo rindió frutos y puedo decir que me gané esta base legalmente.

El camino para convertirse en un docente puede ser difícil y lleno de obstáculos. A veces puede parecer que está lleno de pruebas y errores y, que nunca se llegará a la meta.

Pero aquellos que perseveran descubrirán que el viaje fue en realidad una lección en sí mismo, y que cada obstáculo superado los ha llevado a ser un maestro más sabio y compasivo.

Si tienes la pasión y el compromiso necesarios para convertirte en un docente, no te rindas. El camino puede ser difícil, pero el destino final es una meta noble y valiosa.

Con perseverancia, dedicación y compromiso, podrás superar todos los obstáculos y convertirte en el docente que siempre has querido ser y cuando lo logres, estarás preparado para cambiar el mundo, un estudiante a la vez.

Espero que todos mis amigos puedan obtener una base pronto.

José Trinidad Yépiz Armenta