La pregunta es para ustedes, los que salieron a defender al INE dizque porque la consideran una institución democrática, y demócratas a quienes han forjado una fortuna a su sombra.

La prensa nacional acaba de informar que el presidente del INE cobrará el próximo 3 de abril, por concepto de finiquito, Un Millón 934 mil 380 pesos, y su compañero Ciro Nurayama, Un Millón 663 mil 388 pesos. El finiquito es una especie de gratificación que el empleador entrega al trabajador o empleado cuando llega a su fin el nombramiento que se le otorgó o el contrato.

Los reporteros no fueron a piratear esta información. La proporcionó a la prensa el propio Nurayama. Yo la leí en El Sol de México y en InfoCajeme. Y corren versiones de que estas cantidades son por concepto de finiquito, pero que todavía levantarán otras cantidades por otros conceptos, tal vez por vacaciones que no tomaron durante los lustros que estuvieron ordeñando a la institución.

Como son cínicos, no sería extraño que cobren horas extra. Y es seguro que a más tardar el 2 de abril mandarán llenar los tanques de sus automóviles y los de sus familiares con cargo a los privilegios de que han gozado.

Aparte de las cantidades que engrosarán sus cuentas bancarias, lo que han ahorrado gracias a sus sueldos desmesurados y a las inversiones, pasarán estos dos tipos a formar parte del club internacional de millonarios. De manera que esos son los individuos a los que salió usted a defender a la calle, pancarta en mano: “El INE no se toca”.

¿Al enterarse de todo esto se siente tonto? Pues tiene razón: lo es.

UNA ESTATUA PARA LEO SANDOVAL

En círculos universitarios está en marcha un movimiento para ofrecer un reconocimiento al profesor Leo Sandoval mediante una estatua de cuerpo entero. El escultor Oscar Cedillo trabaja ya en el proyecto.

Será un reconocimiento para el profesor de la Universidad de Sonora que comenzó su tarea docente en la vieja Escuela Secundaria como profesor de inglés, al director del Museo Regional de Sonora al que ingresó como subdirector en 1974, al autor de varias novelas con las que contribuyó a fortalecer la Literatura sonorense, y sobre todo, un reconocimiento al ciudadano recto, probo y servicial a quien se recuerda con respeto y cariño.

Leo nació en Torreón el 23 de septiembre de 1922. A los 30 años vino a radicar en Sonora y creó la primera escuela rural para los seris en la que laboró cinco años. Luego continuó su trayectoria en la Universidad. Falleció el 1º de abril de 2007. En noviembre de 2004 las autoridades universitarias habían acordado dar su nombre al Museo Regional.

Los amigos y ex alumnos del maestro comienzan a ser llamados para indicarles cómo pueden colaborar para hacer realidad la obra.

carlosomoncada@gmail.com