15 de abril de 2007 

Juegan a la roña

Por el bulevar Villa Bonita caminaba un tipo de actitud sospechosa sin sospechar que de cerca lo seguían dos agentes de Seguridad Pública que de todo sospechan. Cuando éstos le dijeron que se detuviera, el tipo echó a correr y detrás de él los agentes.

Varias veces estuvieron a punto de atraparlo pero él tipo hábilmente los eludía, hasta que al fin lo agarraron.

Cuando le preguntaron por qué huía, el tipo les dijo “es que pensé que estábamos jugando a la roña”.

“Tú la traes”, le dijo un agente, pero no se refería al citado juego infantil sino a una bolsita azul que extrajeron del pantalón del detenido.

Dicha bolsita contenía 6 envoltorios de papel periódico con una hierba de color verde de ésa que los reporteros chafas describen como “la maléfica hierba”.

Elefantes rosas y alacranes voladores acompañan ahora al detenido en una habitación de Seguridad Pública.

Rechazan agentes propuesta indecorosa

Así como una señorita se ruboriza y presume su doncellez, de la misma manera agentes preventivos presumieron su honradez ante los hermanos Carlos y Jaime, vecinos del legendario Plano Oriente.

Estos individuos hiciéronle una propuesta indecorosa a los agentes que los detuvieron en el bulevar Ramírez por conducir en estado de ebriedad.

Con el clásico “qué tal si nos arreglamos”, quisieron safarse del arresto; pero los agentes cerraron los ojos, contaron hasta 10 para vencer la ira que les provocó esa propuesta indecorosa, y se dispusieron a detenerlos.

Al verse perdidos éstos golpearon a uno de los agentes en el pómulo izquierdo. Nunca lo hubieran hecho.

Ahora los hermanitos comprobaron que los agentes a pesar de su rectitud moral saben usar la fuerza y son muy celosos de su deber.

Milagro en la calle Magnolia

Francisco  (29) y Bernardo (28) fueron detenidos por agentes preventivos en el exterior de un domicilio ubicado en calle Magnolia 1108.

Los dos amigos platicaban tranquilamente sobre la planta de etanol en el Valle del Yaqui, la cotización del peso – dólar y otros temas de interés general.

Cuando se presentaron los agentes, los dos amigos tiraron un bultito hacia un matorral que los policías recogieron.

-¿Qué hay aquí – preguntó un agente.

-Son sobras de pan –dijo Francisco muy quitado de la pena.

Pero el agente les enseñó el contenido: hierba, color verde, mucho muy parecida a la marihuana.

-Esto es marihuana – afirmó el agente.

Y al verse perdidos Francisco y Bernardo miraron hacia el cielo y exclamaron: -¡Milagro, milagro! El Señor ha transformado el pan.

Pero los agentes no cayeron en el engaño y se los llevaron a una celda donde ahora predican la palabra del Señor de los Milagros.

Le bajan las pilas

Omar (32) estaba muy triste, se quedó sin energía, le bajaron las pilas. Para recuperar el interés por la vida y sus placeres, Omar decidió adquirir 7 paquetes de pilas Duracel en el VH de California y Quintana Roo.

Así lo hizo, sólo que se le olvidó pagar en las cajas; es más, andaba tan triste que hasta se le olvidó que había cajas y vigilancia.

Una amable guardia de seguridad lo rescató de su tristeza y lo invitó a pasar unos días de vacaciones en un concurrido centro social de esta ciudad, ubicado en calle Jalisco y 300.

La alegría volvió a su rostro. Ahora Omar se divierte contando chistes de policías en una celda de tiempo compartido.