La Biblioteca No Se Toca
Andrés González Prieto
Lunes 8 de Mayo de 2023

Al volver al foro de la Biblioteca a platicar mis peripecias entre las fuentes del saber, me hizo rememorar la letra de aquella canción del gran Alberto Cortez  “Mi Árbol y yo”, que espero me perdone la adaptación para el caso: “Muchos años han pasado y por fin he regresado a mi templo muy querido, Y allí enfrente de la iglesia como siempre esperando, como se espera a un amigo, parecía sonreírme como queriendo decirme: mira estoy lleno de libros, (gracias maestro Moncada) ese Sueño que soñamos hace... Ya cincuenta años, siendo yo apenas un niño”.

Cómo no hacer mío este canto (adaptado) y este nostálgico recuerdo por este sagrado lugar, fuente del saber protegida por Atenea y Minerva, donde calman su sed los que no tienen y necesitan, y los que tienen, y quieren más, a pesar de los que quisieran que la ignorancia siguiera como fábrica, produciendo votos.

Cómo no rendirle pleitesía al templo del saber que abraza por igual a los no iguales, a los que sedientos de mejores estratos luchan por una luz al final de cualquier túnel social. A los que deletrean el conocimiento e identifican las injusticias, y lavan los agravios históricos con el conocimiento de las causas y sus consecuencias.

Cómo no agradecer a generaciones ya, de servidores públicos que se tatuaron la biblioteca en sus pieles para cumplir la misión encomendada por un soñador, aspirante consumado con honores a dictador. Cómo no agradecer las horas extras no pagadas con la única intención de hacer posible y realidad un proyecto, separándose del burócrata tradicional.

Cómo olvidar las impotentes lágrimas del soñador, cuando el interés político querían convertir su sueño en botín, expuesto a los vaivenes de insensibles intereses.

Por qué borrar el hecho, no público, de algún personaje directriz que donaba su sueldo para aliviar carencias no presupuestadas, por qué no reconocer el trabajo del encargado actual y su compacto equipo que batallan por la sobrevivencia de la causa de “hacer mucho con lo poco que se tiene” y todavía defender la bibliotecas de algunos intereses, cuando la biblioteca está vibrante y en acción, en espera no solo de un digno presupuesto, sino de gente que realmente quiera su progreso, y quiera “aportar”, “Participa” y no “recibir”  más allá del reconocimiento y la participación efectiva en la causa.

 Yo me pongo el saco, de “Amigo de la Biblioteca” y como dijo aquel insurgente, “Va mi espada en prenda, voy por ella”

Sé lo que ha costado el proyecto, el esfuerzo, no solo de Ramón Iñiguez, Rodolfo León Manzo, Cecilia Miloslavich, Rossana Bours entre otros, y entre muchos. La Biblioteca Pública es del pueblo, debe ser el corazón cultural de nuestras raíces, y creo es tiempo que los que realmente amamos la Biblioteca Pública, hagamos algo por ella, más allá de cualquier interés o grilla cultural.

Mi alma mater es la Biblioteca, y sé que el “Honoris Causa” está a disposición del mejor postor que quiera pagar el precio del esfuerzo, la disciplina y la constancia en pro del interés social de nuestra comunidad. Es Cuanto.

 
 

Copyright © 2006-2024. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com