A los gringos les parece lógico echar a empujones de su país a los migrantes, y dejarlos en México, a ver cómo se las arreglan. Al comenzar su sexenio, nuestro Presidente dejó aflojar sus sentimientos humanistas y dejó pasar a los que venían en masa de Centroamérica, con el propósito de llegar a la frontera de los Estados Unidos y transponerla.
Llegó a ofrecer trabajo en el sureste, donde no hay fuentes de trabajo suficientes para quienes son mexicanos de nacimiento, a quienes quisieran quedarse aquí. La realidad se impuso. Fue necesario tomar medidas para reducir la corriente migratoria y apareció un aliado involuntario, el Kovid 19. Pero no fue aliado para la gente que había logrado arribar a la frontera, pues se enfrentó a la prohibición férrea de trasponerla por disposición del título 42, decretado por el gobierno federal (de E. U.) como medida sanitaria.
Este título que tanto se menciona sin explicarlo, es eso: una norma sanitaria para proteger a los habitantes de Gringolandia. Como acaba de finiquitar, revivió las esperanzas de los migrantes de colarse y burlar la vigilancia de los agentes.
Por dura que sea para el gobierno mexicano la aceptación de imponer medidas más duras para impedir la entrada de centroamericanos por la frontera del sur, es lo más acertado para evitar que la corriente migratoria siga creciendo, mientras se ve cómo repatriar a los que están estancados en el norte. Además, este problema, como todos los que surjan en estos meses, necesariamente afectará, según se le trate con eficacia o con torpeza, las decisiones para nominar candidatos. Cuidado, pues, los que están involucrados en la competencia.
¿ELECCIÓN DE LOS JUECES?
También el Plan C de AMLO, al que se refirió esta semana el columnista, será factor en las campañas políticas ya próximas. El cambio fundamental en que se apoya el Plan consiste en reformar la Constitución y leyes reglamentarias para el efecto de que los jueces federales, incluidos los ministros de la Suprema Corte, sean elegidos por votación popular.
Esto no sería nuevo. Por elección se escogía a los jueces en Méxoco en el Siglo XIX. Pero se consideró que era recomendable someter al juicio sereno de los senadores la propuesta de ternas presentada por el titular del Poder Ejecutivo; y hacer otro tanto en las entidades federativas.
Sin meterme por ahora a examinar de fondo la cuestión, lo que sería absurdo puesto que la iniciativa se promovería hasta septiembre de 2014, ya casi para salir el presidente López Obrador, me parece recomendable actuar con sensatez, dejar a un lado el orgullo herido por la resolución de la Corte, y no arriesgar triunfos si el asunto, como sería seguro, se toma como argumento para combatir a los candidatos de MORENA. Habrá que recibir con la fiesta en paz al nuevo mandatario, sea quien sea, pues ya tendrá libertad y tiempo para meterse en sus propios líos.
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