ANOCHE TERMINARON las Fiestas del Pitic de 2023, y esperamos que al amanecer este lunes ya habrá sido despejada la calle Rosales para que podamos recorrerla sin obstáculos. Para 2024, tanto el presidente municipal que ya estará alistándose para irse con su música a otra parte, como su sucesor o sucesora, deberán pensar en qué hacer para continuar con las fiestas sin que se convierta Hermosillo en un rancho en el que no se pueda ir de un lado a otro de la ciudad sin embotellarse en un nudo vehicular.

La mayoría de las opiniones que recogimos coinciden en que lo mejor de las fiestas fueron las canciones de Emiliana de Zubeldía cantadas por la soprano Elena Rivera con su acompañante de cabecera, el pianista Jorge Robaina. Elena ha realizado una brillante carrera y aún tiene amplio camino por delante. Se graduó en la Universidad de Sonora, fue designada revelación juvenil en el FAOT y hace siete años se consagró al cantar aquí con el eximio tenor José Carreras.

La noche del 23 recibió la medalla Emiliana de Zubeldía por sus méritos relevantes. La valiosa presea se adjudicó también, post mortem, a Marcela Fernández de Gándara, esa singular personalidad femenina que sin ostentaciones dio la mano a tantos artistas necesitados de apoyo.

Se me pasaba recordar que las canciones de Emiliana fueron grabadas por Elena Rivera hace pocos años, de modo que quienes aplaudieron a la autora y a los intérpretes, busquen el c. d. Es hermoso.

EL MIÉRCOLES PASADO se reunió en el restaurante Alebrije de MUSAS un buen número de los socios de Escritores de Sonora A. C para declamar poemas y dar lectura a sus diversas obras, bajo la batuta de la presidenta, profesora Blanca Rosa López Martínez, embajadora de Tónichi en Hermosillo.

Es fina y rápida la atención en el restaurante, y de entrada, lo pone a uno de buen humor la lectura del menú. Hay un platillo que se anuncia “a la fransuá” (a la francesa, se supone), y otro “a la pomo doro”. Estas dos voces no significan nada, deben escribir juntas: “pomodoro”, que en italiano significa “tomate”.

EN FIN, ESTÁ POR comenzar junio, al que esperábamos antes con brioso ánimo, cuando se hacían la legendarias “Horas de junio”. ¿Nadie ha pensado en revivirlas? Dejaron huella en todo el país y en muchos extranjeros que nos hicieron el honor de participar.

Quedan por delante “Bajo el asedio de los signos”, de los cajemenses, que según fuerte versión colocarán una corona en las sienes del poeta Juan Manz; los “Granos de trigo”, de la apasionante poeta Gloria del Yaqui y el “Encuentro de los que escriben con los que leen”, de la citada ESAC. Hay mucho qué hacer.

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