No hubo sorpresa en los resultados de la jornada electoral llevada a cabo este domingo en el Estado de México y en Coahuila.

Como habían marcado la mayoría de las encuestas, Delfina Gómez, candidata de Morena, ganó la gubernatura del Estado de México y su rival, Alejandra del Moral, representante de la oposición PRI-AN-RD, admitió la derrota desde antes que se dieran los resultados finales.

En Coahuila Manolo Jiménez, candidato del PRI-AN-RD ganó con holgada ventaja al de Morena, Armando Guadiana, del PT, Ricardo Mejía, y del PVEM, Lenin Pérez. La suma de los votos que tuvieron estos tres no les hubiera alcanzado para empatar y menos ganar a Jiménez.

A partir de ahora entra de lleno la lucha por la sucesión presidencial y muchos aún piensan que ganar el Estado de México es una victoria anticipada de Morena en el 2024.

Un vaticinio no del todo confiable, pues el PRI ganó el EdoMex en el 2017 y se decía que por lo tanto ganaría la presidencial.

Lo que ocurrió ya lo sabemos, el PRI fue arrasado en el 2018.

No necesariamente ocurrirá lo mismo con Morena, pero la elección de ese domingo 4 de junio 2023 ha demostrado que la oposición PRI-AN-RD tiene fuerza para dar una batalla dura al partido del presidente AMLO y un error de éste, de su equipo o de cualquiera de sus corchalatas (desde ahora se dice que Morena tendrá candidata) elevaría algunos puntos a sus contrincantes.

Un llamado de atención para que los morenistas abandonen la soberbia de sentirse ganadores cuando falta todavía un año para "la madre de todas las elecciones" y en doce meses pueden pasar muchas cosas. Al tiempo.