Ayer, miércoles, el presidente AMLO dictó la lección de historia política más larga de las muchas que ha dado en las “mañaneras”. En algún momento intercaló la observación de que tenía que ser prolijo para que los antecedentes hicieran comprender las conclusiones. El centro de su cátedra fue el menosprecio con que gobiernos anteriores han tratado a los periodistas, el peor de ellos, el del general Porfirio Díaz.
Desfilaron ante los presentes los nombres de los hermanos Flores Magón, que se vieron obligados a exiliarse a los Estados Unidos para publicar allá “Regeneración”, el de Filomeno Mata y otros mártires de la libertad de expresión. Y de pronto, en la distracción de un parpadeo, había pasado a delimitar como la época del mayor saqueo del país la de los presidentes de 1982 a 2018, y al propósito de la oposición de regresar al mismo escenario en la próxima elección, con Xóchitl Gálvez a la cabeza.
Por tercera o cuarta vez consecutiva doña Xóchitl es blanco de las críticas del Presidente y por tercera o cuarta vez consecutiva los periodistas al servicio de la oposición protestan porque consideran que el mandatario viola la Ley Electoral con esas críticas, compartidas ayer por el desabrido aspirante Santiago Creel.
Pero no deja de extrañar que esos mismos periodistas, que han protestado con furia y abundancia cuando se ha tratado de otros temas, ahora lo hacen sin pasión convincente, inclusive con cierta blandura. Surge la sospecha de que no están de veras indignados sino agradecidos por los señalamientos porque –únase el Lector a mis razonamientos--, ¿qué sería de la Xóchitl si el Presidente no la mencionara ante el amplísimo auditorio de las mañaneras? ¡Le está regalando propaganda gratuita y aportándole, aunque en sentido negativo, la oportunidad de promoverse!
Y por otra parte, aunque este razonamiento se antoje un tanto sofisticado, considerando que AMLO es un político doctorado en sagacidad, no incurre en error al hacer publicidad a la doña; en el fondo, su propósito es fortalecerla en cierta medida para que cobre veracidad y lucimiento el triunfo futuro del candidato o candidata de MORENA. ¿Será ésta una maniobra difícil de aceptar? Lo cierto es que de AMLO se puede esperar inclusive lo inesperado.
¿SE PUEDE HACER ALGO O NADA SE PUEDE HACER?
Me lastima nuestra realidad social, la existencia de muchos sonorenses que al filo de la madrugada recorren los barrios en donde toca recolección de basura, buscando en los botes y bolsas que han colocado en la banqueta los vecinos, algo que les sea útil para subsistir. Me lastima, y me lastima también la prisa y tosquedad con que esa gente rompe las bolsas, abre los cartones hurga en la suciedad, y al hacerlo, deja regados los desperdicios, Los recolectores pasan con prisa y no es posible que se detengan a levantar el reguero esparcido, y tienen que salir señoras y señores a barrer lo que habían colocado con el orden debido. ¿Hay manera de enseñar a los pobres que hagan bien su trabajo, o no hay más solución, por parte de los vecinos, que aguantar?
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