Imagine que la voz al otro lado del teléfono no es un extraño, sino que suena exactamente como un amigo o un ser querido. Esto inyecta un nivel completamente nuevo de complejidad y de pánico para el desafortunado destinatario.
Una historia reciente reportada por la cadena CNN destaca un incidente en el que una madre recibió una llamada de un número desconocido. Cuando contestó el teléfono, era su hija. La hija supuestamente había sido secuestrada y estaba llamando a su madre para pedirle un rescate.
De hecho, la niña estaba sana y salva. Los estafadores habían hecho una falsificación de su voz.
Este no es un incidente aislado, y la estafa se ha dado con con variaciones, que incluyen un supuesto accidente automovilístico, en el que la presunta víctima llama a su familia para pedir dinero para superar el accidente.
La inteligencia artificial (IA) se está utilizando para realizar llamadas en las que se imitan las voces de personas conocidas para estafar al destinatario.
Estas llamadas utilizan lo que se conoce como IA generativa, es decir, sistemas capaces de crear texto, imágenes o cualquier otro soporte, como vídeo, a partir de las instrucciones de un usuario.
Los deepfakes (falsificaciones profundas) han ganado notoriedad en los últimos años con una serie de incidentes de gran repercusión, tales como el uso de la imagen de la actriz británica Emma Watson en una serie de anuncios sugerentes que aparecieron en Facebook e Instagram.
Ahora, la tecnología para crear un audio falso, una copia realista de la voz de una persona, se está volviendo cada vez más común.