Caballo de Troya
Andrés González Prieto
Jueves 20 de Julio de 2023

La visión profética de Homero en su Odisea nunca pensó que en su relato epopéyico pudiera servir de símil para adecuarlo a realidades en la vida política del futuro. El artilugio del caballo de madera traducido en su significado como engaño, es la clásica “conquista con espejitos y cuentas” con las que los colonos de Norteamérica compraran simpatías y los españoles conquistaran “malinches”.

En el caso que nos ocupa en esta columna de opinión, el equino ejemplo, con la disculpa para quién se pudiera sentir ofendido, es buscar una similitud de la realidad política que nos quiere embargar.

Lo expresé en anteriores escritos, que en esta próxima contienda no hay candidatos, sino intereses con sus respectivos proyectos. Cada uno de ellos, usa, y usará los “Espejitos” que requiera para captar simpatías (que se convierten en votos) en un poder en mano y voluntad del pueblo.

Poder popular, que a través de la historia ha estado manipulado por quienes podían beneficiarse de él; primero, los conquistadores, luego los religiosos, el sistema español (que hasta 1806, les dio el título de seres humanos a los indios) luego: dictadores, hacendados, caciques, revolucionarios, políticos, mientras el pueblo sobreviviendo con sus: “Tiendas de raya”, “Llanos en llamas”, “Méxicos Barbaros” es decir “ Los de abajo” de Azuela y “Huarache”.

Desde las épocas feudales, los vasallos creían que sus vidas pertenecían a sus dueños, ese era su destino, “Alguien les dijo que tenían origen divino, voluntad de dios”, eso mismo pasó en las haciendas del 1800 y décadas del 1900, incluyendo el “Derecho de Pernada” donde el hacendado rompía la virginidad de cualquier mujer que quisiera casarse. Tal era el poder, del poder.

Con la Constitución de 1917 se reconocieron los derechos de los ciudadanos, aunque este reconocimiento no asegurara las libertades y derechos que esta presumía, y entonces surgió (para bien o para mal) el sistema político que hoy nos gobierna.

A partir de Obregón y Calles, se establecen las bases del sistema o “la dictadura perfecta” quién administraría la enorme riqueza que, españoles, emperadores, dictaduras e intereses extranjeros no terminaron de saquear.

La nueva “Nomenclatura” se encargaría de distribuir esa riqueza entre los mexicanos, según marca la constitución, la pregunta que se hicieron es ¿Cómo se iba a distribuir la riqueza por igual a indios iletrados y a estudiosos “estudiados”? ¡hay niveles!  Las buenas intenciones de Cárdenas no duraron más allá de su tiempo de influencia política. Los perfumados conservadores y aspiracioncitas revolucionarios comenzaron a la formación del México moderno. A partir de Miguel Alemán comenzaron a edificarse grandes fortunas, grandes concesiones, los hijos de la… y los hijos de la revolución, comenzaron a programar el cómo hacerlo sin que el pueblo se diera cuenta.

Lo que sigue de la historia, la mayoría ya la sabemos, porque la hemos vivido y sí, en carne propia.

El símil del caballo de troya, no se refiere a la Señora X, apoyada con vehemencia por el señor X y los intereses que el representa, sino por la intensión de fabricar “un espejito” que ofrecer en el engaño electoral que se aproxima. Total, la presidencia está perdida, vamos por el congreso, será la premisa.

La oposición hace un mes o dos no tenía un “espejito” congruente que ofrecer, por arte de “magia” o por bendición de dios, algunos lo comparan como un milagro político. Aparece de la nada (políticamente)  una tabla para el caballo, sus méritos: gritos senatoriales junto a la señora Ramadán y la señora Téllez  (hoy caída en el ostracismo) en el famoso trio “Las alegres comadres”, el virtuosismo valiente de presentar demandas “hasta por el cambio de horario” “y el por qué un hijo de López compra en wal mart” (si no las hizo, apúntenmelas) Salvo también, su aparición con mucho respeto al senado (el altar del derecho y la democracia) disfrazada de botarga, cómo olvidar su campamento democrático en los  nocturnos aires de la tertulia senatorial con canciones de Juan Gabriel y José Alfredo, y para cerrar… su encadenamiento en Donceles con fines publicitarios incluidos.

Lo que busca la oposición es un Caballo de troya que les permita, cuando menos intentar participar con un candidato que huela a pueblo, excéntrico, populachero hasta el exceso, que no se detenga en decir “Chingaderas” (así habla el pueblo) qué decir, un Fox femenino con botas o sin botas, pero que convenza. ¡Snif!: Quadri no funcionó, Juanito tampoco, la Téllez ¡Vox nox guarde! y ¡Eureka! Lo encontraron; ¡ Jar”dineros”, péguense a la barda!.

No importaba si era mujer o hombre, sino que llenará las características Foxianas de un moderno Caballo de troya o “Espejito” que ofrecer si usted prefiere.

Sin embargo, se olvidan de una cosa, la mente del pueblo ya no es la misma.

Como dice la canción despechada, “Ya probé la libertad… y me gustó”

¿No cree usted?

 Es Cuanto.

 
 

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