Este mes cumple 41 años la carrera de Medicina Veterinaria Zootecnista del ITSON. Su trayectoria es un caso ejemplar de educación superior consolidado gracias al esfuerzo de quienes han participado en este proyecto.
El inicio
Una noche de septiembre de 1979 se reunieron en la casa del empresario Enrique Bours el gobernador electo Samuel Ocaña, y por el ITSON el aún rector Eduardo Estrella, Anselmo Amaya y el alcalde electo Adalberto Rosas.
Por supuesto la plática giró en torno a los cambios políticos que estaba por iniciar Ocaña y su invitación a Estrella para que fuera el secretario de Gobierno.
Entre otros temas Estrella y Rosas comentaron sobre la necesidad de abrir una escuela de Medicina Veterinaria en el ITSON, especialidad que aún no se ofrecía en Sonora pese a la importancia del sector pecuario en la entidad. Los jóvenes interesados en formarse como veterinarios debían emigrar a otras entidades del país donde ya se ofertaba la carrera.
Enrique Bours tomó el tema de rebote y no sólo secundó los comentarios de Estrella y Rosas, se comprometió además a apoyar la iniciativa con recursos financieros.
En esa época iniciaba el boom de la empresa Bachoco, su crecimiento a nivel nacional, y Bours quería contar con médicos veterinarios de la región ya que hasta ese momento los asesores de la empresa eran básicamente de otros estados o países.
Al día siguiente de la reunión, Bours habló con el MVZ Alejandro Fragoso, gerente operativo de Bachoco en el noroeste. Le expuso el compromiso que había hecho para apuntalar la especialidad en el ITSON y le pidió contactar con el rector.
"Ese día por la tarde visité a Estrella y él me puso en contacto con Anselmo Amaya; juntos iniciamos a revisar los planes de estudio en las universidades del país que ya ofrecían la carrera", recuerda Fragoso.
El proyecto cristaliza
Estrella en esos días dejó la Rectoría para asumir como Secretario de Gobierno en la administración estatal y como sucesor en la rectoría del ITSON fue designado el doctor Oscar Russo Vogel, quien dio impulso a las gestiones iniciadas por Fragoso y Amaya.
El ITSON tenía nuevos funcionarios además del Rector. Francisco Rubio fue nombrado vicerrector académico a principios de 1980 mientras Héctor López Limón asumía la vicerrectoría administrativa. Vicente Amézaga fue nombrado director de Planeación y Gonzalo Rodríguez fue dignado jefe de Vinculación, desde allí estableció contacto con universidades y empresas agropecuarias.
"Con ellos aceleramos el proyecto y realizamos encuestas en el sector pecuario de Sonora para evaluar el impacto que podría tener la nueva carrera; además llenamos los cientos de formas o requisitos que exigía la Comisión Estatal de Planeación de la Educación Superior (Coepes).
"Teníamos prisa por hacer las cosas y hacerlas bien pues al mismo tiempo la Universidad de Sonora inició gestiones para su propia escuela de MVZ", comenta Fragoso.
La decisión del Coepes fue a favor del ITSON y de inmediato se dieron a la tarea de ubicar los terrenos donde debía establecerse la nueva carrera. En esa época, a principios de los 80s, Russo negoció y obtuvo del Ejido San José los terrenos contiguos a la Laguna del Náinari, terrenos enmontados en su mayor parte, salvo una pequeña área donde se arrumbó maquinaria agrícola y se estableció un lienzo charro que desaparecieron al pasar todo los terrenos al ITSON.
Una zona campestre como ésa era la apropiada para construir la infraestructura que requería la carrera de MVZ.
Las autoridades del ITSON decidieron edificar allí no sólo los edificios para Veterinaria sino algo más amplio, la Unidad Náinari que albergaría el vigoroso crecimiento institucional experimentado en la década de los 80s.
Para solventar dicho crecimiento se abrió un nuevo proyecto financiero: Lotificar y vender los terrenos que hoy conforman la colonia Villa ITSON.
Egresados de calidad
En agosto de 1982 iniciaron las clases de MVZ en el ITSON. Su equipamiento era un salón con estoquinete, donde se ponen los órganos en parafina, seis microscopios y el cuarto frío para los cadáveres, además las aulas de clases
Conforme con la estructura académica del ITSON la carrera se organizó como Departamento y su primer jefe fue el MVZ Guillermo Brown, los maestros era, entre otros, Guadalupe Méndez, Jesús María Aceves, Jesús Torres, Mario Nieto y Alejandro Fragoso quien compartía su tiempo entre Bachoco y el ITSON.
El crecimiento de la carrera fue admirable, no tanto por el número de estudiantes pues era política institucional evitar la masificación, sino por los resultados que presentó desde la primera generación de egresados. La calidad de los nuevos veterinarios fue pronto reconocida por empresas e instituciones donde se colocaban y por los servicios que daban a la comunidad aquellos que optaron por el emprendimiento individual.
Son muchos los egresados que han ocupado cargos importantes en los sectores privado y público; otros destacan en las áreas académica y de investigación en instituciones nacionales y extranjeras.
"Más de una veintena de nuestros alumnos andan por el mundo como asesores internacionales, impartiendo conferencias o en puestos altos de estructuras corporativas", comenta, orgulloso, Alejandro Fragoso.
Ahora existen varias escuelas de MVZ en el país, pero sólo siete están certificadas por la Confederación Nacional de Escuelas Veterinarias, una de ellas es la del ITSON.