“[…] por qué el Estado se adjudica el derecho de pensar y actuar por los demás […]” Czeslaw Milosz. Poeta y escritor polaco (Lituania 1911-Cracovia 2004).

Sería reiterativo definir lo que se entiende por izquierda o derecha, en la ideología política; para tal fin los remito a la columna: Izquierda y derecha, caducidad ideológica. Publicada en Infocajeme el 8 de mayo 2023 y en Facebook y otros medios digitales.

Las personas que comulgan con una u otra corriente política, en libertad y no por tener la mente cautiva, están en su derecho, y nos debemos de respetar cada uno con sus disiento. De nadie es la verdad absoluta.

Dice un viejo pensamiento: Si dos personas discuten, y uno de ellos tiene honestamente el cincuenta y cinco por ciento de razón, eso está muy bien y no hay motivo para pelearse. ¿Y si tiene el sesenta por ciento de razón? ¡Esto es fantástico, es una gran suerte y debería dar gracias a Dios! ¿Y qué diríamos si tuviera el setenta y cinco por ciento de razón? La gente sabia diría que esto es muy sospechoso. ¿Y si fuera el cien por cien? Quien diga que tiene el cien por cien de razón es una mala bestia, un saqueador repugnante, el mayor de los canallas. Un viejo judío de Galitzia. (Tomado de: La mente cautiva, de Czeslaw Milosz, autor del libro: El Pensamiento Cautivo).

En ambas corrientes, de doctrinas políticas, como en otras, al fanatizarse con ellas, algunos se “rasgan las vestiduras”, llegando hasta las denostaciones y en ocasiones hasta la agresividad. Citando de nuevo a Milosz: “dan vuelta alrededor de una vela, como falena (mariposas), para finalmente abalanzarse sobre la llama y con el chasquido de las alas que se rompen, cumplir con el holocausto en honor de la humanidad”.

Lo más lamentable es que entre las bases militantes de los partidos y en la fanaticada no militante, en las opiniones de tertulia, o “entre los sabios políticos de café o de escritorios” a veces “nos enojamos y hasta nos peleamos”. Somos opinologos, como suele clasificarnos un agudo, informado y opinante comentarista sonorense, de San José de Bácum radicado en la CdMex.), que, por cierto, al no quedar como semifinalista Enrique de la Madrid en el Frente Amplio por México, tal parece que se dio una “encarabonada” (diría Catón), argumentando los por qué. Respetable opinión del erudito sensei (suena a pleonasmo) de la política de postín (en términos coloquiales). Usando su amplio lenguaje con la norma culta, Don Ángel Verdugo, creo, nos mide a casi todos “los opinantes” como ultracrepidarios, dirá pobrecitos no saben lo que dicen: “zapatero a tus zapatos”.

(Al maestro paisano, no le llego ni a los talones; lo escucho casi a diario, aunque a veces no coincido con él, pero mucho aprendo…” aunque ya no estoy para aprender, sino para olvidar”, diría que yo digo, un viejo amigo mutuo. Chemo Machado).

Mientras esto sucede en la “raquítica” participación del pueblo ciudadano (pobres, clasemedieros, “igualados” y los de clase alta), agarramos “pleitos ajenos” y nos damos hasta con la cubeta y nos desgarramos la delgadita dermis. Los políticos cupulares que se dicen de izquierda o derecha son doctrinarios de postín, les gusta ser distinguidos, elegantes, se vuelven vanidosos y presunciosos. Los de la izquierda (los machuchones diría YSQ), les encanta vivir como burgueses, burguesía que tanto critican, se “transforman” en políticos “nice o calidad caviar”, presumiendo su vida, quizás, de nuevos ricos y se dan sus merecidos gustitos. Otros son ricos, pero conservan sus privilegios económicos. Piensan -mejor dicho, se expresan- como proletariado, pero les encanta vivir como la burguesía… tal vez unos cuantos viven del oropel.

Lo mismo sucede con los de derecha, como los de izquierda– las cupulas de postín – viven de los privilegios que le dan los puestos políticos (del gobierno y dentro de los partidos), por igual, no quieren dejar de succionar la ubre gubernamental, sean de cualquier “ideología política”, pero con el actual licuado de mengambrea política como están conformados los Partidos se pregunta uno ¿Cuál ideología?

Algunos de la masa amorfa del pueblo (sean de izquierda, de derecha o no), no niegan que son aspiracionistas y tienen derecho de una vida digna y mejor para su familia, se proponen lograrlo con esfuerzo y honestidad y los apoyos gubernamentales los toman como subsidiaridad, para mejorar. No quieren, para no usar el lenguaje coloquial, ser parásitos y aprovechan esos apoyos para subsistencia y educación.

Existen empresarios, que también son solidarios con la población vulnerables, tienen empresas que generan empleos (según Forbes, entre el 70% de los empleos en México, son generados por las micro, pequeñas y medianas empresa, este porcentaje aumenta con los que generan las grandes empresas). Muchos de estos empresarios y ciudadanos de buena fe, participan en organismos altruistas no gubernamentales, personalmente me consta de esta participación, forman parte de patronatos no solo en los grandes y prestigiados Institutos de Salud de Nuestro País, sino en otros organismos solidarios. ONG que algunos los catalogan de derecha sin investigar su labor.

Cierto es que las brechas sociales provocan desigualdad, que los gobiernos y sociedad no la han podido disminuir sustancialmente, en el 2020 la pobreza estaba en el 43.9% y la pobreza extrema en 8.5% en ese mismo año., según el COVENAL, cifras siempre maquilladas por todos los gobiernos y muy diferentes a los porcentajes que dan los investigadores del Colegio de México (más altos). Lo que es evidente, es que las cúpulas de la izquierda y los de derecha de postín, no han podido, hasta la fecha disminuir la pobreza. Los programas de apoyos sociales desde hace más de 40 años, los han utilizados clientelarmente indignante para los procesos electorales. Los gobernantes se vuelven ricos y siguen existiendo los pueblos pobres. (Actualmente, tendrán otros datos).

Winston Churchill los resume en esta frase lapidaria: “El problema del capitalismo es la desigual distribución de la riqueza, mientras que la virtud del socialismo es la igual distribución de la miseria”.

Un estimado compañero médico perteneciente a la clase “fifí-chaira”, uno de mis muchos críticos (2, no menos, “chincgo”), con su habladillo chilango, respecto a esta frase, comentó: “quien les dijo que la riqueza se reparte, se gana cabrones”. ¿Se olvidaría de sus raíces etnográficas?

Entre el imbécil pleito de las izquierdas y derechas ¿Cuándo encontraremos el justo medio, para una sociedad sana y armónica en todos los aspectos?

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@RaulHectorCampa1