En lo político, como un castigo adicional al escaso interés por las campañas electorales y el consecuente abstencionismo, llega en pleno proceso electoral la declaración de alerta por el virus de la influenza porcina en el país.

El castigo, que  precisamente una de las medidas preventivas sugeridas por las autoridades de salud, es evitar las congregaciones masivas.

Con esto, se quedarán solos los candidatos; pues no obstante existir la práctica de los acarreados, usar este recurso en medio de la contingencia sanitaria estaría mal visto.

Por lo que los aspirantes bien podrían suspender el acarreo de gente en torno a su figura. De no hacerlo, en vez de ensalzar su imagen, provocarían el efecto contrario.

Así, la estrategia en esta lucha por ganar votos mediante presentaciones masivas debería cambiar; en tanto que se ha declarado alerta sanitaria en distintas entidades, ante la posibilidad de una epidemia de influenza porcina.

Sin gente no se efectúan mítines; de tal suerte que la tecnología sería, ahora sí, la herramienta más eficaz para los contendientes, para continuar las campañas electorales de manera responsable; con lo que se demuestre que en la realidad existe preocupación por la gente.

El internet y con éste las videoconferencias entre otros recursos de la web,  pueden ser la alternativa en estos tiempos de influenza, para que los que los candidatos que ya están en campaña y los que el próximo 3 de mayo iniciarán la odisea, continúen la promoción de sus propuestas sin congregar a multitudes.

El congreso sí sesionará

Y no obstante que para algunos políticos el panorama de la alerta epidemiológica complica su quehacer; en la Cámara de Diputados los legisladores se han organizado a la perfección para sesionar y además, de manera serena y tranquila.

Prácticamente a solas, en sus propias oficinas de San Lázaro, a través de sus monitores, cada diputado estará al pendiente del curso de la sesión y bajará a votar de manera “aislada” y/o en pequeños bloques y regresará a sus aposentos.

Este martes y jueves en que sesionarán los diputados no habrá debate parlamentario, a fin de evitar la reunión de 500 diputados en el pleno camaral. Los dictámenes será aprobados de manera fácil y rápida, sin disensos entre los grupos parlamentarios.

  Una manera relajada de trabajar la que tendrán los diputados esta semana en San Lázaro, en que se prescindirá de cientos de trabajadores y de un grueso de representantes de los medios de comunicación; de asesores y auxiliares.

A los comunicadores acreditados, los únicos que podrán acceder al Palacio Legislativo, no se les permitirá hacer entrevistas como es costumbre; ni tampoco podrán acceder al salón del plenos.

En la alta tribuna, en medio de la soledad, los integrantes de la mesa directiva de la Cámara de Diputados sesionará cual si se encontrara en una isla desierta. Sólo la cámara del congreso y de los medios acreditados tendrán acceso directo a la sesión.  

Y no obstante que los eventos concurridos han sido cancelados en esta contingencia; para hacer posible un evento masivo como lo es la sesión de la Cámara de Diputados fue necesario que el líder de la fracción del PRI, Emilio Gamboa, coordinara la estrategia.

Y reafirmando lo dicho por él mismo el pasado jueves que “siendo el PRI la tercera fuerza se convierte en la primera” cuando así lo decide; Gamboa Patrón lo demostró una vez más al operar el plan para evitar que se suspendieran los trabajos legislativos, con que se concluirá este jueves el periodo ordinario.

Los coordinadores de los 8 grupos parlamentarios se dejaron conducir por las recomendaciones del líder prisita, quien propuso medidas inteligentes y “responsables” para sesionar con la presencia de 500 diputados, sin que éstos se vean entre sí, en las dos sesiones que le restan a la presente LX Legislatura.

Para sesionar, se planteó la asistencia del menos del 20 por ciento de los trabajadores sindicalizados; la instalación de un cerco o filtro sanitario, donde médicos realizaran una revisión a diputados, representantes de medios de comunicación y empleos, para determinar si se les permite o restringe el ingreso a San Lázaro.

La vacunación en San Lázaro está descartada hasta el momento; toda vez que los legisladores tiene sus propios médicos y éstos les indicarán si deben ser vacunados o no.

En estas dos sesiones sui generis todos los diputados votarán a favor de los dictámenes aprobados en comisiones y en los que hay consenso como son las leyes de radio y televisión, de transparencia, de adquisiciones y de obra pública, además se revisará la de narcomenudeo.