Se adelanta el ITSON a las previsibles crisis del agua
Sergio Anaya
Jueves 7 de Septiembre de 2023

El cambio climático no es solo un tema de moda. Es una realidad de consecuencias negativas en todas las regiones del mundo; 

Sonora y el Valle del Yaqui no son la excepción. También aquí ya se manifiesta este fenómeno en la vida diaria.

Un ejemplo muy sencillo, dice Jaime Garatuza Payán, es el mayor número de horas que tenemos encendido el aparato de aire acondicionado.

Otro caso es la irregularidad del monzón mexicano o temporada de lluvias con altibajos más pronunciados, menos precipitaciones normales y de repente una intensa, comenta el Vicerrector Académico del ITSON quien desde hace más de 30 años forma parte del grupo de investigadores abocados al estudio del agua, su uso racional en nuestra región donde la aportación de las escasas lluvias es menor de lo que se evapora y el recurso disponible se destina casi un 90 por ciento al riego agrícola, con desperdicios de casi un 40 por ciento de lo asignado a los cultivos.

"El Distrito de Riego da al productor un volumen de 7500 metros cúbicos de agua por hectárea. Pero el trigo requiere entre 4 mil  y 4,500; el resto se desperdicia. Pese a ello el Distrito de Riego Río Yaqui es uno de los más eficientes del país y del mundo", agrega. 

La inseguridad también se ha convertido en un factor para el desperdicio del agua. Garatuza explica:

Se debe regar durante las 24 horas, mover los sifones, pero el regador no quiere estar en la noche por el temor a la delincuencia que ha crecido también en el campo y entonces deja que corra el agua libremente hasta el otro día en que regresa a la parcela.

 

Hay agua, pero mucha se desperdicia

Una contradicción permanente. Estamos en región semidesértica pero tenemos agua suficiente para el consumo humano y actividades productivas. Hasta hoy, porque el cambio climático en los próximos años podría ubicarnos en una situación crítica, no deseable. 

Con esa visión las autoridades del ITSON crearon a principios de la década de 1980 la Maestría en Administración de Recursos Hidráulicos. La aportación que desde entonces ha hecho esta especialidad al desarrollo regional es significativa.

"Las investigaciones que realizamos son para influir en los que toman las decisiones sobre el uso del agua y a veces no logramos este propósito", dice Garatuza.

Menciona lo ocurrido a principios de este siglo, cuando los modelos de medición pronosticaban una fuerte sequía. Se advirtió a los productores agrícolas pero no hubo respuesta. Como siempre, se aplicó agua en forma indiscriminada al riego de trigo y otros cultivos; pronto sobrevino una crisis hídrica que obligó a perforar pozos en el vaso de la presa.

 

La difícil reconversión agrícola

En estos años los investigadores del ITSON han persistido en sus estudios para determinar la cantidad exacta de agua que requieren los cultivos para obtener un máximo rendimiento.

"Hemos hecho esfuerzos por concientizar sobre el uso del agua a nivel parcelario pero el riego por gravedad, el que predomina en la agricultura regional, es el menos eficiente". 

Desde hace algunos años se habla mucho y se dan sugerencias para optar por cultivos con menor requirimiento de agua y de implantar tecnologías como el riego por goteo.

Es buena sugerencia, admite Garatuza, pero este riego no es rentable en cultivos como el trigo y el maíz, sólo en cultivos perennes.

La tan comentada y sugerida reconversión agrícola no es tan sencilla. Sembrar grandes extensiones de tomate, hortalizas y otros cultivos parece muy atractivo, pero el riesgo es muy alto por las condiciones climatológicas tan variables en nuestra región. Además el mercado tiene fluctuaciones muy pronunciadas. Si un año tienen grandes cosechas en Florida, por ejemplo, se cae drásticamente el precio de nuestros cultivos, explica.

 

Reto permanente

De lo que aporta la presa del Oviáchic, el 90% del agua es para la agricultura, 10% para uso urbano e industrial.

Ahorrar el 5% en agua de riego agrícola permtiría tener 100 millones de metros cúbicos adicionales, suficientes para abastecer a dos ciudades como Cd. Obregón.

El esfuerzo sigue orientado a ese objetivo, la mejor administración del riego agrícola.

También se puede ahorrar agua en la que se aporta a la ciudad a través de los canales, donde se pierde mucho por evaporación y filtración. Por eso es buena opción construir un acueducto de la presa a la ciudad para que no haya desperdicios.

"Nos ocupa también qué va a pasar con el cambio climático. Por cada 1 grado centígrado que aumente el calor se perderán un 10% de la producción, o una tonelada de rendimiento del trigo".

Así el uso eficiente del agua en el contexto del cambio climático será un reto global y cada país, cada región deberá afrontarlo según sus necesidades y capacidades. En el Valle del Yaqui el ITSON continuará en esa línea emprendida hace cuatro décadas. 

 
 

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