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Cuestionan diputados a Profeco y Cofeco
R Jueves 15 de Febrero de 2007

Ciudad de México. Diputados federales cuestionaron hoy la ineficacia de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y la Comisión Federal de Competencia (COFECO) para detener el alza de precios del maíz.

Al comparecer ante la Cámara de Diputados para explicar las acciones que se desarrollan en el país, sobre la inestabilidad en los costos del grano, los responsables de ambas dependencias indicaron que investigan si existen prácticas monopólicas en el mercado.

Antonio Morales, Secretario de PROFECO, aseguró que ya se han tomado medidas precautorias sobre tortillerías, en tanto suspendió la venta de tortillas en comercios infractores, donde el producto se vende por encima del precio estipulado por el gobierno federal.

En tal sentido, Arnulfo Cordero, diputado del Partido Revolucionario Institucional, resaltó el desatino de las autoridades en la revisión que hacen sobre el acaparamiento de maíz.

El 90 por ciento de las tortillerías pertenece a pequeños empresarios, que están sujetos al incremento de los precios, los cuales manipulan los proveedores, quiénes son en realidad los acaparadores, manifestó.

Por su parte, Jorge Godoy, del Partido Convergencia, afirmó que mientras la administración federal favoreció grandes empresas al dejar el precio de la tortilla al libre mercado, el consumidor aún sufre las consecuencias de una escalada de precios que también afectó a otros alimentos.

Entre tanto, el presidente de COFECO aceptó que es imposible revisar todos los comercios y tortillerías de la nación para verificar si cumplen con lo establecido.

Susana Monreal, del Partido de Revolución Democrática, indicó que sólo dos empresas controlan el 95 por ciento del mercado de la tortilla, información que no es tomada en cuenta por el gobierno federal para determinar el origen del encarecimiento del producto.

Acusó al titular de COFECO de encubrir a los grandes especuladores. "La omisión, su falta de transparencia y apego a la ley, su sobrada negligencia e irresponsabilidad para hacer su trabajo resultan inofensivos para millones de mexicanos que no pueden comprar algo tan básico como un kilogramo de tortilla", aseveró.