La Feria del Libro 2023 comenzará hoy con un desacierto del Instituto Sonorense de Cultura. Resolvió premiar al poeta Conrado Córdova y dejó de lado al poeta Armando Zamora, a quien no se le ha dado el reconocimiento que merecen sus decenios dedicados a la Literatura.

Lo anterior no significa que neguemos los méritos de Conrado, pero a éste lo premió hace unas cuantas semanas la organización Escritores de Sonora, A. C. Mediante la aplicación del sentido común debería el ISC haber efectuado una racional distribución de los premios para que alcancen a más escritores.

Armando Zamora ha publicado al menos una docena de libros con poemas de delicada factura y una muy divertida novela sobre las travesuras de los chavos, vecinos de una colonia popular (“El que se raje es puto”). Pero sobre estos logros hoy quiero destacar uno especial, que se ha olvidado: la coordinación e impresión de la cartelera cultural “Dónde y cuándo” que completó una serie de cien números de puntualísima aparición quincenal.

En esa cartelera se anunciaba con oportunidad cuanto evento cultural importante iba a realizarse, así como reseñas de libros de autores sonorenses, recitales de danza y música, funciones de teatro. La información llevaba siempre el sello personal de Armando: el buen humor. Las páginas centrales eran ocupadas por una columna de sabrosos chismes sobre cultureros, que molestaba a los enfermos de solemnidad. Armando contaba con la colaboración de un escritor que fue nuestro amigo inolvidable: Sergio Calderón

Armando había dictado cátedra de periodismo cultural en el desaparecido periódico universitario UNISON y había organizado un seminario de periodismo con dedicatoria para los estudiantes universitarios. Desempeñó con señorío y eficacia los cargos que le confió nuestra Máxima Casa de Estudios por la que, tengo entendido, recibió la jubilación.

No sé que se confíe a un jurado la decisión de otorgar premios a los escritores, más bien se antoja pensar que arrojan al aire un volado. Lo que es sin duda evidente es que ahora los funcionarios la regaron.

En desagravio, propongo que vayamos a la Feria del Libro a buscar y comprar los libros de Armando Zamora.