Regresé de México a tiempo de alcanzar el último día de la Feria del Libro y me fui a comprar los textos que ganaron el Concurso del Libro Sonorense 2023. Sólo me faltó Tabacalera town de Oscar Abraham Moreno. Los chicos que atendían el pabellón del Instituto Sonorense de Cultura no supieron informarme si se había publicado o no.

Le entré a Etnias del verano ardiente, Imágenes literarias de yaquis, mayos y seris, de Martha Elena Munguía Zatarain (saludo cariñoso, Martha), triunfador en Ensayo. Lo leí por la noche y lo califiqué con 100. La autora examina los trabajos sobre cada una de esas etnias de diferentes escritores. Por lo que toca a los mayos tuvo que limitarse a comentar los “Cuentos del desierto”, de Emma Dolujanoff, pero lo hizo con elegancia y claro juicio.

La generación de Martha Elena “descubrió” la obra de la doctora (en Medicina) Dolujanoff, que entregada a su misión de curar a los mayos no se interesó en promover su carrera literaria. En cuanto a los seris, se asió a la leyenda de Lola Casanova y Coyote Iguana y fue divertido leer lo que falsearon tantos escritores presumiblemente serios para dar aire romántico a dicha leyenda.

La ensayista premiada, hoy investigadora de la Universidad Veracruzana, buscó apoyo en trabajos de algunos de sus antiguos compañeros en Letras Hispánicas de nuestra Universidad: Jesús Abad Navarro, Rosa María Burrola, Patricia de la Llata y alguno más. Su permanente esperanza es que quienes escriban de las etnias den a éstas la voz sin interferencia de narradores.

Al final reconoce que hay mucho por hacer para ligar los fragmentos aportados por autores de heterogénea calidad y advierte que para integrar la historia del indigenismo mexicano será necesario un gran trabajo colectivo.

En la relación de obras que ofrece en la Bibliografía me extrañó la falta de los poemas y cantos de diferentes tribus, valiosa colección de Alonso Vidal.