“Yo no quiero saber qué se siente tener millones y millones, si tuviera con qué, compraría para mí, otros dos corazones para hacerlos vibrar y llenar otra vez sus almas de ilusiones, y poderles pagar que me quieran a mí y a todas mis canciones” Canción: “Gracias”   

Este fue el epitafio público del más grande compositor de música popular de México. Y en sí, tuvo la magia de crear un “Mundo raro” de ilusiones, sobre todo a la gente que no podía expresar sus sentimiento, fue, de hecho, un Cyrano de Bergerac de los desprotegidos de la gracia divina de la expresión musical para arrancar del alma nuestros sentimientos de tristeza y alegría, de amor y des-amor; como los escribientes antiguos en las plazas donde acudían en auxilio los que no sabían escribir una carta.

Así, hoy, hace 50 años, José Alfredo Jiménez Sandoval entraba por la puerta grande al olimpo de los grandes recuerdos musicales, y sí, sus canciones motivaron lágrimas, alegrías, motivos suficientes para alzar una copa o llevar serenata a la que tanto hacia sufrir nuestros corazones. “Desde el día que llegaste a mi vida, paloma querida…” Al ardoroso despecho “Cuando te hablen de amor y de ilusiones y te ofrezcan un sol y un mundo entero”, a la irremediable despedida, “tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos” Juglar de aventuras: “Este es el corrido del caballo Blanco… “Era el perro embravecido, que dio muerte a Don Julián”, “Yo soy fuereño, nací de aquí muy lejos, y sin embargo les digo en mi cantar, Que tienen todos ustedes un orgullo, el gran orgullo de ser de Mazatlán…” Y así innumerables cajones del viejo ropero del sentimiento mexicano.

Murió el cantor, un 23 de noviembre de 1973, a la temprana edad de 49 años, (1926-1973) después de una larga enfermedad de cirrosis hepática. Era tanto el amor por su pueblo, que tuvo tiempo de escribir “Gracias” y cantarla en sus últimos días en un programa de televisión con parte de las letras con el cuál inicio este artículo.

José Alfredo se ha ganado a pulso la inmortalidad, ha sido el cantor del pueblo, yo diría un hechicero de los sentimientos, sin lugar a duda, hoy cuando la antítesis de su arte ocupa los grandes titulares de la industria discográfica en su versión “Corridos tumbados”, sin que sea motivo de mi edad, expreso mi opinión, la grandeza de sus canciones siempre estará en nuestros corazones, aunque estos no tengan muchas décadas disponibles, pero mientras existan recuerdos, nos tomaremos un botella con su música y en el último trago, nos vamos, ¡total ya está pagada la cuenta!. Es Cuanto.

Ver y escuchar canción en:

www.youtube.com/watch?v=oJsiIBrPJhU