Por favor, levanten la mano los que crean que la nominación de precandidato a la Presidencia por parte del Movimiento Ciudadano le pondrá sabor al caldo en la competencia electoral. (¿Qué pasa? ¡Nada más el autor de esta columna tiene la mano levantada!).
No sé gran cosa del precandidato Jorge Álvarez, aunque he leído párrafos periodísticos que mueven a pensar que no tiene cola que le pisen. Pero eso es lo de menos. Lo importante será calcular si le restará votos a la Xóchitl o a la Claudia. Y en qué cantidad.
Yo creo que afectará a la primera porque el MC fue calificado con simpatía por el presidente AMLO hace un par de semanas. Habrá que ver cómo se desenvuelve el flamante precandidato en los escenarios de campaña.
Será necesario, además, considerar los efectos que habrá tenido en la alianza PRI-PAN-PRD, la confesión cínica del presidente nacional panista de que había ayudado al triunfo del nuevo gobernador priista de Coahuila a cambio de varios puestos en el gabinete y que no le cumplieron.
Lo único que se puede sospechar, con base en estos sucesos, es que la batalla electoral será un cochinero.
IN MEMORIAM GILBERTO ESCOBOZA
El 11 de este mes se celebró el Día del Cronista Municipal y con este motivo, fue recordado su fundador Gilberto Escoboza Gámez, primer presidente y repetidor en el cargo durante varios años.
Por deber oficial y porque me simpatizan los cronistas, asistí a la primera convención celebrada en Hermosillo, y a las que hubo en Cananea, Caborca, Bácum y Magdalena, estas dos últimas de carácter regional.
Don Gilberto desempeñó cargos importantes en el gobierno y desde antes de jubilarse comenzó a publicar sabrosas crónicas en la prensa local, que luego se convirtieron en libros. Una vez me contó que había encabezado la Junta Electoral Computadora de las elecciones de alcalde de Hermosillo en 1967, y habían arreglado todo para que el candidato del PRI se llevara el triunfo. Pero los jefes priistas de México advirtieron que habría un conflicto violento si le negaban el triunfo a Jorge Valdez, candidato panista, y dieron contraorden. Y los mismos que habían “arreglado” el resultado, devolvieron los votos birlados a la cuenta de Jorge, y colorín colorado.
(Estas cosas ya no suceden ahora, ¡no señor!)