El despoblamiento de los ranchos ganaderos en la región no es nuevo, tiene ya alrededor de 20 años y el problema no son las cabezas sino los vientres que empiezan a escasear y no hay reproducción, afirmó Raúl Castelo Montaño.

El ganadero y diputado local por Cajeme refirió la falta que hace el programa de crédito a la palabra consistente en la dotación de 30 vaquillas o vientes para repoblar, programa hoy desaparecido y muchos establos lecheros están en el abandono.

"No sé qué ha pasado con ese programa, si llegó o no a Sonora, habría que preguntarle al delegado de Sader, Plutarco Sánchez".

Es necesaria, enfatizó, una nueva política agropecuaria realizada con el consenso de los productores, en este caso los ganaderos porque ellos pueden aportar una visión correcta de las necesidades y opciones de solución a la problemática ganadera.

"Desde hace 30 años no tenemos una política agropecuaria así".

Castelo consideró que debe hacerse una renogociación con Constellation Brands (CB) para que al menos el 50 por ciento de la producción de bagazo se entregue a ganaderos locales pues el agua utilizada en la cervecería es de aquí, además de otras facilidades otorgadas para la inversión de dicha empresa.

Reconoció que CB ha cumplido con aportaciones a la comunidad, como su programa de becas y otros apoyos, por lo que no sería difícil obtener un apoyo más en el tema del bagazo.

Refirió lo ocurrido con otros alimentos para ganado, como la pollinaza, que al principio era regalada y cuando hubo una demanda firme de ésta empezó a venderse, lo mismo ocurre con el bagazo.

Añadió que otro daño ocasionado a los ganaderos regionales es la quema de los desperdicios en las granjas avícolas y porcícolas, quema que se debería hacer en un horno y no quemarlo al aire libre porque eso ha provocado incendios forestales.