Qué grata sorpresa, Ernesto, encontrarte en foto, en el acto de registrarte como precandidato a diputado. Parece que fue ayer, aunque han pasado ya tres lustros, de tu intento de ser candidato a gobernador. No se pudo, pero dejaste huella de tu valor cuando, autodestapado, te negaste a “sentarte”. Que el único que pudo habértelo ordenado, tu padre, ya no estaba a tu lado, dijiste. Magnífico episodio.

Bueno, tu trayectoria política es impecable, y supongo que la mayoría de los que andaban alborotados con aquel intento de 2009 estarán dispuestos a meter el hombro otra vez. Es cierto que las condiciones han cambiado, ahora no hay, como entonces, un partido fuerte que te apoye y quizás será aconsejable que la campaña presente como foco de atención tus antecedentes –el desempeño de la presidencia municipal, por ejemplo—más que la desgastada imagen de los partidos.

Pero no sé yo de estas cosas, y por lo pronto lo que importa es obtener la candidatura para lo que ahora se necesita la conformidad de tres partidos. En fin, que te vaya muy bien, amigo. Por ahora te confío un secreto: podría votar por ti, aunque no recuerdo si me toca hacerlo en el Distrito 5.

¿A QUIÉN LE TOCARÁ AGUA?

Ya se anuncia, aunque no se ha fijado fecha, la visita del presidente AMLO para inaugurar el acueducto construido para mandarles agua de la presa Álvaro Obregón a los yaquis,

Cuando decidió la construcción de esa obra, hubo objeciones en el Valle del Yaqui que el Presidente se negó a escuchar. Le dijeron que el robo de grandes volúmenes de la presa conducidos a Hermosillo, a pesar de que había elementos jurídicos para evitarlo, mermarían más con el flamante acueducto.

Y la situación se tornará grave ahora que las lluvias han escaseado desde el año antepasado. Sólo queda el recurso de que AMLO ordene al cielo, por decreto, que comience a llover intensamente a partir de hoy.