Entre 1984 y 1987 los jóvenes poetas del Valle del Yaqui se soltaron el pelo y, con el apoyo del ITSON, comenzaron a publicar sus libros de versos. No procedieron con timidez y de a poquitos ejemplares por edición sino de mil en adelante, como fue el caso de Magda Irma Palomares con su poemario “Batir de alas”

Hubo tres poemarios con tiraje de 1,500, uno de ellos “Memoria a golpe de tecla” de Ramón Íñiguez Franco, director de la Biblioteca Pública Municipal. Si entonces Magda Irma y Ramón no eran novios todavía, al menos habrían comenzado a “hacerse ojitos” pues no tardaron en casarse.

Primero se fue de este mundo Ramón y entre este jueves y el viernes, Magda. Las huellas que nos dejaron fueron sus poemas y la lección de sus vidas limpias y luminosas como enamorados y como padres. La última vez que la vi a ella fue en Pueblo Yaqui, en el festival cultural “Granos de trigo” en que se recordó a su esposo.

Hoy, con estos párrafos, recuerdo con cariño a los dos poetas.

PRESIDENTE CUMPLIDOR

Mientras los enfermos de odio cierran los oídos a la declaración oficial del gobierno norteamericano en el sentido de que no investigan a nuestro mandatario por una supuesta relación con los narcos, y ellos, los enfermos, repiten una y otra vez la calumnia, el Presidente da a conocer el decreto que mantendrá el subsidio a nuestro consumo de energía eléctrica.

Como se sabe, el subsidio se eliminaba porque en los meses sin calor dizque se consumía menos electricidad. Esto era ilusorio pues las semanas de intenso frío, como las que no terminan de pasar por completo este año, poníamos a funcionar los aparatos de calefacción y terminamos por gastar los mismos kilovatios, y a veces más que en verano.

Esta ha sido una lucha intensa y de años, en la que también jaló la carreta, y con fuerza, el gobernador Durazo.

Los sonorenses somos suertudos. Tenemos un Presidente cumplidor.

carlosomoncada@gmail.com