La carne es un tejido muscular. Un crítico vegano me dejó grabado en la escuela, una frase, "si quieres tener la fuerza de un toro, come lo que come el toro". Pero el pueblo de México nunca ha sido carnívoro.
El consumo per cápita de los mexicanos apenas rebasa un kilogramo de carne de res mensualmente. En Sonora el consumo es de más de dos kilos mensuales. Esto es, 70 a 80 gramos diarios por cada habitante.
La amplia mayoria del pueblo de Mexico no es vegetariano, es pobre, no come carne de vaca. Y tampoco los sonorenses, tal vez mas de un millón de sonorenses no ingiere en su alimentación carne de vaca. O sea la come esporádicamente, en ocasiones fortuitas, y puede ser carne que se conoce de campo, de reses que pastorean en el campo, que significa que no son de engorda.
La principal separación de la poblacion entre consumidores de carne y no consumidores, es la clase social. La clase trabajadora por su nivel de ingreso no puede comprar en el mercado una mercancía mayor a sus 300 pesos de sueldo diarios. Un kilo de carne bovina "clasificada" (no sabemos si esta palabra se refiere a que es clasificada para la clase alta burguesa o clase media aburguesada de la sociedad), de rib steak, palomilla, tbone, angus, fluctúa su precio en el Sams o Cosco, de 230 a 600 pesos. Este precio es accesible para la clase media alta y alta que tiene ingresos altos.
La gente come frijol, tal vez huevo y chorizo, y de vez en cuando salchichas de baja calidad. Cuando hace pozole o birria compra en el mercado municipal que el precio es de carne de campo y prefiere la carne de cerdo, que tiene un precio de 80 a 120 pesos el kilogramo.
Esta nutrición provoca poca proteína y por lo tanto organismos sin suficiente masa muscular aunque menos propensos a las enfermedades cardiovasculares.
La “Carne asada más grande del mundo”, que festeja la cultura sonorense de la clase ganadera y el gobierno fufurucho, aparenta un regionalismo ramplón, con mentalidades orgullosas de nada, porque en Sonora el pueblo no la consume, ni grande ni chica.
La carne, a las clases altas no solo les gusta la más grande sino que también les gusta comérsela cruda, sin albur.
La carne y sangre obrera se va a vaciar a las grandes trasnacionales, a las gigantescas mineras, a las fábricas maquiladoras, a las automotrices, ahí se queda, sin proteínas para seguir exportando carne bovina de “calidad Sonora” a los Estados Unidos, aproximadamente 70 mil toneladas al año.
La estadística nos dice que hay un millón y medio de cabezas de ganado bovino en Sonora que consume cada una 25 mil litros de agua al año. Sáquele pluma.
Cubillas, Elías Serrano, Aguayo, Hurtado, Bay, Acedo, Ancheta, Fimbres, etc. son los machuchones de las ganaderías.
Sin embargo, la principal competencia de los ganaderos sonorenses, es el corporativo más grande de Vizcarra -Su Karne-, exporta más de 2 mil 800 millones de dólares de carne y sacrifica 800 mil cabezas al año.