En menos de 36 horas fueron asesinadas dos personas en diferentes sectores de la comunidad indígena Yaqui, Loma de Guamúchil, ubicada al norte de Ciudad Obregón y en ambos casos los homicidas lograron darse a la fuga.

También en horas recientes un delincuente fue abatido en un enfrentamiento que sostuvieron elementos de la AMIC contra la banda a la que pertenecía el hoy occiso, esto en Vícam.

Los tres hechos no son aislados, forman parte del clima de violencia extrema e inseguridad que desde hace meses se vive en las comunidades yaquis aun con la presencia de fuerzas de seguridad pública -estatales y federales- que hacen rondines en el diversos puntos del territorio étnico.

En el caso más recientes de los tres mencionado, ocurrido éste en Loma de Guamúchil, durante varios minutos pobladores de Loma de Guamúchil y de Cócorit estuvieron reportando en vivo lo que sucedía alrededor de sus casas, con el estruendo de las armas de alto poder que en esos momentos se escuchaban varios kilómetros a la redonde.

No fue una ni dos ráfagas aisladas sino permanentes durante varios minutos y entre el tiroteo y la persecusión de las dos bandas enfrentadas, pasó casi media hora en la que se vio a un grupo esconderse entre los caminos estrechos que conectan a la Loma de G. con Cócorit.

La situación es insostenible. Los habitantes de las comunidades yaquis están muy contentos con el Plan de Justicia que les pondrá el agua potable en sus casas y agua para el riego de sus tierras cultivables. También están muy agradecidos con el gobierno federal por el hospital que está construyendo en ese territorio.

Pero en estos momentos claman por la llegada de un Plan de Paz que les devuelva la seguridad social indispensable para poder disfrutar los bienes que les garantiza el Plan de Justicia.