Desde los primeros días del proceso electoral para elegir presidente o presidenta de la República quedó claro, para la gran mayoría de los mexicanos, que la oposición no había encontrado buen candidato. Y a medida que avanzaron las precampañas hasta el primer debate, todo ciudadano al menos con una modesta inteligencia quedó convencido de que Xóchitl Gálvez carece de la preparación y la sensibilidad para ocupar el más alto cargo de la Nación.
En otras palabras, que ha sido absurdo empujarla a una contienda de antemano perdida.
Ante tal realidad, algunos de los enemigos de MORENA, los más irresponsables, se han sacado de la manga la última carta que ponen en juego: piden a la gente que no vayan a votar por Claudia Sheinbaum porque sustenta una ideología izquierdista que la llevará a promover reformas a la Constitución para destruir la democracia.
¿De cuál fumaron?
No sé cuál de las dos cosas que buscan con esa actitud es más reprobable y negativa para México: desperdiciar el talento de la mejor candidata por venir de MORENA o que se abra la Presidencia para que un chivo con rabia entre a la cristalería.
La experiencia que vivimos el año 2000 fue tan amarga que deberíamos recordarla todos los días de hoy hasta que se lleve al cabo la elección. En aquel entonces hubo miles de personas bien intencionadas, la gran mayoría apartidistas, aunque también hubo priistas, que le dieron su voto a Vicente Fox, no porque ignoraran sus limitaciones intelectuales y su insultante derechismo, sino porque estaban ansiosos de que los priistas salieran de Los Pinos.
Estaban tan hartos del monopolio del poder del PRI que dejaron de lado los instrumentos de la Ley que les habrían permitido emprender una lucha ética y legal.
Nos avergüenza recordar hoy episodios grotescos como aquel titulado “comes y te vas, como nos avergüenza ver otra vez ante las cámaras, como secuaz número uno de la Gálvez, al ignorante de botas. Pero su aparición en público en algo beneficia. No se necesita explicación para que todos entiendan que es una real tontería los que aconsejan votar por una discípula de Fox.
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