La vieja, triste historia de las huelgas
Carlos MONCADA OCHOA
Martes 16 de Abril de 2024

La huelga de trabajadores universitarios más larga de la historia duró 90 días, del 11 de marzo al 11 de junio de 1976. El objetivo principal, que se consiguió, fue obtener el reconocimiento del sindicato por parte de las autoridades laborales. La huelga que ocupó el segundo lugar duró 68 días; la sostuvo el STEUS (en huelga actualmente) del 28 de febrero al 7 de mayo de 2014. Y en tercer lugar, sólo con un día menos, es decir, 67 días, del 3 de abril al 30 de mayo, fue también del STEUS. ¿Cuánto durará la huelga ahora?

En dos ocasiones los dos sindicatos de la Casa de Estudios se declararon en huelga al mismo tiempo o casi. Y esta semana estuvo a punto de registrarse la tercera ocasión pero, aunque el STEUS está en holganza desde anteayer, el STAUS, que se habría preparado para entrar a la holganza ayer, resolvió prorrogar el estallamiento para el 30 de este mes,

Ya estoy cerca de completar 500 veces de escribir condenando las huelgas en las universidades, que me parecen igual de perjudiciales, o quizá más, que las huelgas de médicos y hospitales. Pero respeto, desde luego, las opiniones en contrario, aunque me gustaría que hubiera seriedad en los planteamientos. ¿Es seria la petición del STEUS de que les aumenten los sueldos en el cien por ciento? Más bien creo que se trata de una burda broma. Si de verdad quieren los líderes una negociación con resultados positivos deben comenzar por eliminar ese absurdo.

Por lo que toca al STAUS, el 70% de los más de mil asistentes a la asamblea de ayer votaron por la prórroga. Quiero ver en este dato una señal optimista y darle la interpretación de que ese elevado número no está de acuerdo con la huelga.

Abrigo además la esperanza de que algunos de los pasantes de Derecho próximos a titularse adopten como tema de sus tesis el de la huelga en las universidades, y que investiguen si hay mecanismos que puedan sustituirlas para resolver las diferencias con los trabajadores sin necesidad de suspender los programas académicos. Y si no existen tales mecanismos, sugerir su creación.

Quienes se animen a entrarle a ese trabajo encontrarán en la prensa de los últimos cincuenta años material informativo de sobra, y lo podrán enriquecer con entrevistas a los egresados, que en su tiempo de estudiantes fueron afectados por acciones de huelga.

Estudien estas ideas, jóvenes, ahora que se les prohíbe entrar a su Alma Mater, algo igual a que sus padres les prohibieran entrar al hogar en que nacieron y se formaron.

carlosomoncada@gmail.com

 
 

Copyright © 2006-2024. Todos los Derechos Reservados
InfoCajeme
www.infocajeme.com