La decisión de renunciar a la huelga y aceptar la propuesta de las autoridades universitarias por parte del Sindicato de Académicos, debe haber molestado a los desorientados líderes del STEUS por la sencilla razón de que los dejaron solos en la ratonera. Es posible, sin embargo, que esos líderes no se den cuenta todavía de la realidad.

No deja de llamar la atención que los del STAUS resolvieron parar precisamente cuando los empresarios alzaron la voz y tomaron posición clara contra la paralización de nuestra máxima y querida Casa de Estudios. Los empresarios están interesados en que los estudiantes salgan con la mejor preparación profesional porque los aguardan para contratarlos. Si no cubren los programas de estudio no servirán para las empresas, o dicho de modo más directo: no le servirán a Sonora.

Es de esperarse que recobren la lucidez y el raciocinio los trabajadores y empleados del STEUS y busquen la salida del enredo en que se han metido.

SE AGREGA AÑOS “EL IMPARCIAL”

Hizo gran fiesta la familia Healy para celebrar el aniversario de “El Imparcial”. Informaron que festejaban los 87 años del diario, fundado en 1937. Pero se aumentaron los años ya que “El Imparcial” que aparecía el 37 y años siguientes en Hermosillo no era el que creó e hizo crecer José S. Healy a partir de 1942.

Ese año le compró la cabeza del periódico (es decir, el derecho de publicar con ese nombre su propio diario) al líder obrero y fiel servidor de todos los gobernadores Abraham Mendívil. Y todavía le faltaba lo más complicado: comprar la maquinaria y un edificio a la cooperativa de trabajadores que hasta entonces habían laborado en el edificio de la Escuela Cruz Gálvez, y que era la propietaria de los bienes citados.

Don José fue un buen periodista y también, sobre todo, un hábil político. Sabía acercarse a los gobernadores y a los sectores importantes de la sociedad, esto es, los empresarios y el clero, y mantener cierto grado de independencia. Con su amena columna “Deshilando” conquistó múltiples simpatías para el periódico. Y cuando se hizo cargo del gobierno el general Abelardo L. Rodríguez, en 1943, encontró útil apoyo en el periodista.

La información que doy aquí viene más amplia en mi libro “Dos siglos de periodismo en Sonora”, que apareció en 1997. Recuerdo que poco antes de ese año, José Alberto Healy le encargó al químico Jorge Murillo Chíssem que escribiera la historia de “El Imparcial”, de cuya publicación no tengo noticia. Jorge no era lo que se dice “¡qué bruto, qué gran historiador!”, es posible que no haya satisfecho al segundo Healy. Pero si quedó por ahí un borrador, a lo mejor trae algo de las fechas que aquí manejo. Y los aniversarios que sean, ¡felicidades!

carlosomoncada@gmail.com