El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) promueve la detección temprana del melanoma, tumor maligno que se origina en la piel, particularmente en lunares que cambian de forma y aspecto; su detección y tratamiento oportuno es clave, al ser un cáncer agresivo y con alto nivel de mortalidad.
El doctor José Alberto Abrego Vázquez, cirujano oncólogo adscrito al Servicio de Tumores de Cabeza, Cuello y Piel del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, señaló que el melanoma se origina en las células que dan pigmento a la piel, es más frecuente en persona con ojos y cabello claro; en la población mexicana que en buena parte es de piel morena, la forma más común de presentación es en las plantas de manos y pies.
Con motivo del Día Mundial del Melanoma, que se conmemora el 23 de mayo, resaltó que el personal médico evalúa los lunares o lesiones pigmentadas de los pacientes mediante la regla de ABCDE, herramienta que recomienda a la población conocer y utilizar:
A: Apariencia - asimetría. Si al “partir” un lunar a la mitad uno de los lados es asimétrico, la lesión puede ser sospechosa o ya es maligna.
B: Bordes irregulares. Los lunares deben tener bordes circulares y bien delimitados; si son irregulares y difíciles de delimitar, puede ser melanoma.
C: Color. Generalmente los lunares tienen un solo color; cuando se llega a notar que tiene diferentes tonos es un dato característico de una lesión maligna.
D: Diámetro. En general las lesiones mayores a 6 milímetros son más sospechosas de ser malignas.
E: Evolución. Es el punto más importante, médicos y pacientes deben estar atentos a cambios en el lunar de tamaño, forma, color o síntomas de sangrado, úlcera o formación de costras.
Resaltó que un factor de prevención importante de este padecimiento es la protección solar; la recomendación es evitar en lo posible exponerse a los rayos del sol, en particular en los horarios de mayor intensidad que es entre las 12:00 y 16:00 horas.
También dijo que es importante aplicar protector solar con filtro entre 30 y 50 SPF (siglas en inglés de Factor de Protección Solar) y aplicarlo cada cuatro a seis horas, tiempo que se debe reducir a la mitad en caso de las personas que acuden a playas o albercas; una vez fuera del agua, aplicar nuevamente el protector.
Explicó que algunos melanomas no presentan pigmentación o pueden tener poco color, por lo que son lesiones más difíciles de detectar; recomendó que ante factores de riesgo como antecedentes hereditarios de familiares con melanoma o pacientes que ya han cursado esta patología, acudan a una revisión regular con su médico en el Primer Nivel de atención.
Señaló que en caso de sospechar una lesión maligna, el médico familiar envía al paciente a servicios de especialidad como Dermatología, donde se le practica un estudio llamado dermatoscopia para evaluar a detalle la lesión pigmentada; posteriormente, de ser necesario es referido al Departamento de Cabeza, Cuello y Piel del Hospital de Oncología, se le toma una biopsia para conocer las características de tumor y dar inicio con el tratamiento.
El doctor Abrego Vázquez señaló que la literatura a nivel internacional indica que el melanoma representa menos del cinco por ciento de todas las lesiones malignas de la piel pero es la responsable de más del 80 por ciento de las muertes por cáncer de la piel, “es decir, no es frecuente, pero la mortalidad por padecer esta enfermedad es muy alta”.
Añadió que en el Servicio de Tumores de Cabeza y Cuello, en promedio, en un año se detectan alrededor de 200 casos.
“El melanoma en etapas tempranas puede curarse. En el IMSS contamos con la alternativas establecidas en el mundo para su tratamiento, desde la resección solo de la lesión, manejo de zona linfoportadora (ganglios), terapias sistémicas, radioterapia, además de apoyo para reconstrucción de defectos cutáneos con cirugía Reconstructiva y apoyo psicológico al paciente y familiares”, refirió.