No deja de ser un detalle simpático que los trabajadores del Sindicato de Agua de Hermosillo se hayan presentado a la candidata Dolores del Río para manifestarle su adhesión, según boletín del equipo de la aspirante, Simpático, digo, porque cuando Dolores fue presidenta municipal de Hermosillo de 2003 a 2006, el mismo sindicato la trajo por la calle de la amargura con un conflicto que remató en huelga. ¡Una huelga cuando los tandeos sin fin ya auguraban el fracaso de esa administración!

Cuando su antecesor Francisco Búrquez, uno de los peores alcaldes que ha tenido Hermosillo, se empeñó en que el Gobierno del Estado le pasara la responsabilidad de manejar Agua de Hermosillo, anunció con engolada voz: ¡Ni un verano más sin agua! No imaginaba este ignorante en qué se estaba metiendo al recibir el organismo operador dentro del Ayuntamiento.

Dolores le creyó, pues siendo candidata declaró en marzo de 2003: “Hay agua suficiente para este verano y para todos los que están por venir” Pero al tomar posesión la golpeó la triste realidad, y con sus pocos alcances sólo resolvió aumentar las tarifas en 4% y poner a los hermosillenses a dieta de agua.

Les pidió calma y con torpeza argumentó que la ciudad de Monterrey había estado sujeta a tandeos durante veinte años, De hecho, sugería que cuando menos nos resignáramos al menos al mismo periodo de escasez.

En marzo de 2005, en lo más agudo de la crisis, la señora alcaldesa se fue a pasear a España. Iba, según nos lo hizo saber en una novela que publicó poco después, en busca de su identidad, pues de aquel país eran sus mayores. Y como un viaje a Europa abre el apetito para realizar otros, sobre todo cuando hay un presupuesto oficial al que se cargan los gastos, voló también a Argentina y varias veces a México.

No cito hechos y fechas de memoria, Tengo a la mano ejemplares de “Crítica”, el diario de Gaspar Navarro que se publicó puntualmente hasta el arribo de Padrés a gobernador. Ahí constan los riegues de la alcaldesa en el rubro no resuelto que podría reaparecer si gana la elección (toco madera).

En aquella época, la presidenta municipal tuvo tiempo para escribir un libro sobre el que “Crítica” publicó una nota que termina así: “Yo protesto ante la declaración de la alcaldesa de que venderá 2,500 ejemplares. ¿Por qué tan pocos? ¿Dejará a los demás sonorenses, los demás mexicanos, los latinoamericanos y los españoles sin la luz de sus orientaciones? Protesto también con energía contra quienes difunden chistes de pésimo gusto relacionando a la Viagra con el nombre del libro: “Soñar que se puede”

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