2018: El candidato AMLO anuncia que de llegar a la Presidencia de la República trasladará la Secretaría de Agricultura a Cd. Obregón. Después de su triunfo electoral crecen las expectativas de convertirnos en la capital agrícola del país. Un "boom" económico y demográfico se nos aproximaba. 

Años atrás el Parque Sonora Soft, proyecto original del ITSON, se perfilaba como el inicio de una era prometedora para el crecimiento de la industria del software.

En 2019 se proyectó el surgimiento de un clúster aeroespacial con sede en Cajeme... Una empresa de clase mundial para dar mantenimiento a helicópteros y aviones.. Luego vendría la construcción de una importante central aérea de carga...  

En el 2020 se dijo que dos grandes empresas, una textil y una fábrica de gorras se instalarían en Cd. Obregón... Después se anunció una nueva fábrica china en el sector de Villa Bonita... Y más reciente, la perspectiva deslumbrante del complejo industrial impulsado por Sky Bridge...

En el 2022 se anunció el inminente inicio de un megaproyecto urbano denominado "Ciudad Futura" que se ubicará en el noroeste de Cd. Obregón.

También desde hace más de un año se anuncia que pronto tendremos tres o cuatro nuevos parques industriales. 

Sólo buenos deseos

Miles y miles de empleos nuevos y el crecimiento vigoroso de la proveeduría local se han prospectado para Cajeme en los años recientes. Sin embargo, la mayoría de esos proyectos se desplomaron como castillos de arena ante la embestida de la primera olita.

Los buenos deseos se han esfumado ante una realidad implacable que ubica a Cajeme como un municipio estancado o de lento crecimiento frente a otros de economía más dinámica como Los Mochis, Nogales y ni se diga Hermosillo, municipios con los que alguna vez se nos equiparó.

¿Qué nos ha pasado? Tal pregunta se la plantean muchos cajemenses y las respuestas son tan diversas como la desventaja competitiva frente a otras regiones, el acaparamiento de terrenos cuyos propietarios intentan vender con precios exagerados a los inversionistas foráneos, el centralismo de la vida sonorense, infraestructura pública limitada y otros factores que en mayor o menor medida han influido para ralentizar el crecimiento de la economía local.

Mario Saucedo, quien en tres ocasiones ha sido funcionario municipal, explica que muchos de los terrenos contemplados como reserva territorial para la llegada de inversiones no tienen la calidad o infraestructura urbana requerida.

Añade que el deseo de insertar la región en el esquema del nearshorig no tendrá un sustento viable mientras no se instale aquí un recinto fiscal (tema tratado en la anterior entrega).

Quedarnos con un inventario de carencias, errores y fracasos en los intentos por hacer que despegue la economía local no lleva a nada, es como asumir el papel de víctimas sin redención.

Es necesario hacer un examen a fondo, una autocrítica sí pero sólo como punto de partida para reemprender el paso.

Los proyectos económicos de gran calado no se realizan de la noche a la mañana, hay que empezarlos y no perder el tiempo con sueños de grandeza que rara vez se cumplen.